En Navidad se da un fenómeno extraño promovido por el Estado. Por un lado se liberan los horarios para la venta de bebidas alcohólicas, es decir, se puede tener la cantina abierta hasta que se pueda y no hay problemas y, en contraste, también las autoridades anuncian operativos de Navidad en las carreteras para evitar accidentes de tránsito.
Resulta un tanto chocante la incoherencia, toda vez que República Dominicana es un país que lidera la región en siniestros en las carreteras.
El Estado, como persona jurídica, debe ser más coherente. No es un secreto que en diciembre es cuando más personas se ven afectadas en nuestras carreteras por problemas relacionados con la imprudencia de los conductores.
El alcohol, desafortunadamente, está presente en la mayoría de los accidentes de tránsito. Coherencia es un término que debería ser puesto en práctica.