La baja del petróleo beneficia a unos y perjudica a otros. En el caso de República Dominicana somos un país beneficiado de lo que ha ocurrido con la cotización del crudo en los últimos meses. Nuestro déficit de cuenta corriente sentirá un alivio.
Si algo tenemos que celebrar los dominicanos es justamente el impacto que tendrá la caída en los precios del petróleo en el sector eléctrico. Los analistas internacionales prevén que esta tendencia de baja durará más tiempo del previsto, especialmente por los efectos que tienen sobre el mercado el hallazgo de los depósitos de esquistos en Estados Unidos.
No podemos echar de lado que si el crudo sigue deprimido podría haber consecuencias geopolíticas en la región.
Un análisis del Banco Central sobre el impacto del petróleo en nuestra economía da algunas señales importantes de optimismo. Destaca que domando como referencia el pasado, podemos observar que en los años en que el precio del petróleo ha estado alrededor de US$70 por barril, el subsidio corriente al sector eléctrico se ha ubicado en torno a US$650 millones, monto casi US$240 millones menor a los US$889.2 millones presupuestados para 2015, bajo el supuesto de un precio promedio de US$92.0 por barril.
Sin embargo, los técnicos del Banco Central destacan que es evidente que un análisis enfocado exclusivamente en el impacto de la baja del precio del petróleo sobre las recaudaciones constituye una visión parcial de un problema más amplio.
El resultado final indica que la pérdida de recaudaciones tributarias sería más que compensada por la disminución del gasto que se produce como consecuencia de un menor subsidio eléctrico. Es decir, a nivel de Presupuesto, los efectos positivos por el lado del gasto de una reducción en los precios del petróleo más que compensan los efectos negativos por el lado del ingreso.
Es motivo de celebración que las autoridades del Banco Central se mantengan optimistas, ya que entienden que la baja en los precios del petróleo deberá contribuir con un escenario internacional más auspicioso en los próximos años, aun ante un crecimiento más moderado en la economía mundial.
Lo prudente sería, y nos hacemos eco de esta afirmación del gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, aprovechar esta oportunidad de baja en el precio mundial del petróleo para garantizar, a través de operaciones con derivados, una factura petrolera mucho más barata que contribuya a la sostenibilidad del crecimiento en un entorno de ahorro fiscal y de reducción de la deuda pública.