Desde 2014 más de 100 mil venezolanos no residentes entran y salen cada año a República Dominicana, resalta la socióloga Farah Paredes, del Departamento de Investigaciones y Estudios Migratorios del Instituto Nacional de Migración de República Dominicana (INM RD).
“En el 2016, las entradas y salidas de venezolanos no residentes fueron respectivamente de 170,713 y 161,636; mientras que los contingentes disminuyeron para el 2017 a 109,734 entradas y 103,614 salidas”, dice Paredes, al abordar el tema en el libro “El éxodo venezolano: entre el exilio y la emigración”, editado por el peruano José Koechlin y el uruguayo Joaquín Eguren.
“Es a partir del 2014 que se verifica su mayor incremento, con valores que sobrepasan las 100,000 personas en las entradas y las salidas, y, con excepción del 2015, cuando disminuyó el diferencial entre ambos renglones, es positivo”, dice el libro puesto a circular en el país por el INM RD, en su calidad de miembro del Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana, Migraciones y Desarrollo (Obimid).
Paredes reseña el informe de resultados de la Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI 2017), en el sentido de que la inmigración venezolana al país se multiplicó por siete entre 2012 y 2017, al pasar de 3,435 inmigrantes en 2012 a un total de 25,872 en 2017.
Conforme a los resultados de la ENI 2017, República Dominicana alberga una población de migrantes de 570,933 personas, el 87.2% nacidas en Haití y el 4.5% en Venezuela.
El país acoge parte de los tres millones de refugiados y migrantes venezolanos que salieron de su país, conforme a estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La OIM asegura, con base a datos de las autoridades de migración venezolanas y otras fuentes, que “los países de América Latina y el Caribe albergan a aproximadamente 2.4 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela, mientras que otras regiones albergan a los restantes 600,000”.
Más de un millón de migrantes del país que gobierna Nicolás Maduro, sucesor del fenecido Hugo Chávez, se establecieron en Colombia. Perú acoge más de medio millón; Ecuador, más de 220,000; Argentina,130,000; Chile, más de 100,000 y Brasil a 85,000.
De receptor a Emisor
Farah Paredes cita fuentes que apuntan a que para la década de 1960 el censo mostraba que alrededor del 15% de la población en Venezuela estaba compuesta por inmigrantes, sobre todo del sur de Europa y Oriente Medio atraídos por la industria del petróleo.
Explica que para 1980 se estimaba en unos 37,000 los dominicanos residentes en Venezuela, sobre todo en Caracas.
Cita datos de la Undesa que situaban en 18,280 a los dominicanos en Venezuela para 1990; en 14,743 para 2015, y en 14,972 para el año 2017.
Analiza que el desplome de los precios del petróleo en la década de 1980, sumado la falta de diversificación de la economía venezolana y a la extrema dependencia en los productos de importación, degeneró en una devaluación de la moneda y en un aumento significativo de la deuda.
Añade que el país sudamericano entró en una crisis económica de la que apenas se recuperaría intermitentemente al ritmo de las fluctuaciones de los precios internacionales del petróleo. “Para los migrantes del resto de los países de la región, la promesa de Venezuela como un país de destino se desvanecía”, dice.
“La llegada de Hugo Chávez a la presidencia en 1998 y las transformaciones sociales, políticas y económicas que acompañaban a su proyecto de gobierno, constituyen elementos fundamentales para la comprensión de la articulación de los factores de expulsión que motivaron el grueso de la emigración venezolana reciente y moldearon el perfil socioeconómico de sus distintas olas”, sostiene.
Además de recibir parte de la emisión de migrantes hacia la región, la investigadora resalta que “la captación de capitales que abandonaban Venezuela fue estratégica para el crecimiento de la economía dominicana en un contexto global de crisis”.
En ese contexto analiza datos del Banco Central de República Dominicana sobre la inversión extranjera proveniente del citado país. “Los valores de inversión durante el período 2001-2017 oscilan entre 0.10 millones de USD (2002) y 208.40 millones de USD en el 2010, pasando del 0.01% del total de inversión extranjera en el 2002 a 10.3% en el 2010, año de su mayor nivel”.
Destaca además que “la Cámara de Comercio Dominico-venezolana (Cadoven) reanudó sus actividades en 2014, luego de un receso de siete años, para dar acogida al flujo de inversiones medianas provenientes de Venezuela”.
Asegura que la Cadoven cuenta con 45 empresas con un aporte en capitales de RD$8,500 millones. “Estas, sin embargo, solo constituyen una parte de la totalidad de empresas de capital venezolano en República Dominicana”, aclara.
Control
Los contingentes de inmigrantes venezolanos se reducen para 2017 por la aplicación de mayores medidas de control migratorio implementadas por el Gobierno dominicano, “motivado por el aumento significativo de entradas observado durante los dos años precedentes”, considera la socióloga Farah Paredes.
Entiende que además se produce la salida de algunos venezolanos, sobre todo de los que llegaron después de 2015, que carecían de redes de apoyo. “República Dominicana es tanto un país de destino como un lugar de tránsito para este y otros grupos migratorios”. Sostiene que algunos venezolanos tenían poco o ningún conocimiento sobre el país, su marco normativo y su situación social y económica.
“No tenían un proyecto migratorio informado; emigran producto de la desesperación, incentivados por el abaratamiento significativo de los boletos aéreos hacia República Dominicana y no encuentran en destino las condiciones dadas para insertarse económica y socialmente. Esto hace, que para muchos, República Dominicana quede desmitificada como destino”.