La tributación de flujo directo –en inglés pass through taxation– es una de las grandes innovaciones en materia tributaria, pero no es conocida ni aplicada en República Dominicana. No obstante, debido a sus ventajas y beneficios, debe ser considerada para ser aplicada en conexión con la discusión de un Pacto Fiscal.
El concepto se centra en la posibilidad de que los accionistas o beneficiarios de una entidad tributen de manera directa respecto a sus ingresos provenientes de la misma. Es decir, en vez de que la entidad tribute respecto a sus ingresos, y luego distribuya los dividendos, en la tributación directa, los accionistas presentan una declaración jurada en la cual tributan respecto a los ingresos de la entidad en la que tienen participación accionaria.
El sistema de tributación de cada país es un conjunto de normas creadas para los fines particulares de cada nación. En nuestro país, se ha priorizado la creación de un sistema que impone las obligaciones a las sociedades comerciales, en vez de a las personas físicas, a diferencia de otros países en el mundo (quizás la mayoría de los países de ingreso medio y alto), en los cuales las personas son la principal fuente de ingreso del Estado.
La gran ventaja de este sistema es que desincentiva la creación de estructuras financieras complejas, creadas para lograr eficiencias tributarias. En vez, los emprendedores y empresarios, así como sus asesores, pueden concentrarse en crear mayor valor en el negocio. Además, incentivaría a que más personas presenten declaraciones juradas en nuestro país, lo que podría ayudar a mejorar el cumplimiento fiscal y las recaudaciones.
Es menester aclarar que esta propuesta, que debería ser evaluada e implementada con una revisión holística de nuestro sistema tributario, no debe tener efectos negativos fiscales. El principio de la territorialidad de los ingresos debería mantenerse, de tal modo que un extranjero que sea accionista de una sociedad dominicana tenga la obligación de presentar una declaración jurada en República Dominicana y tributar sobre los ingresos de la compañía local, y así nos aseguramos de que no se reduzcan los ingresos.
A pesar de que esta propuesta puede conllevar profundos cambios a la forma en que se tributa en nuestro país, es importante considerar las formas en que se puede mejorar nuestro sistema de tributación. En la medida en que el mismo sea simplificado, se reducen las trabas para los negocios y se incentiva el cumplimiento, algo que nos beneficia a todos.