Entre enero y septiembre la economía creció un 6.9% y su motor principal fue el sector privado, a través de consumo e inversión y el buen manejo del sector financiero en la canalización de recursos.
Así lo resaltó el gobernador del Banco Central, Valdez Albizu, durante la apertura de la 52 Asamblea Anual de la Federación Latinoamérica de Bancos (Felaban).
“El crecimiento ha sido gracias a la inversión y el buen manejo del sector financiero en la canalización del crédito y los resultados que han sido sumamente exitosos. Este es un país en el que se puede apostar con seguridad porque cuenta con un sector privado pujante y tiene un sector financiero organizado que ha dado notables connotaciones de que está contribuyendo a que ese sector privado le lleguen los recursos y pueda impulsar ese crecimiento económico”, expresó Albizu.
Señaló que la perspectiva ante el cierre de 2018 es que la economía dominicana termine creciendo en torno a 6.5%, con una inflación cercana al 3%, una continuidad en la estabilidad de la tasa de cambio y unos ingresos por divisas en torno a los US$30,000 millones.
Por un tiempo prolongado se ha alcanzado un alto nivel de crecimiento económico con estabilidad, sustentado en la diversificación de las actividades productivas, principalmente construcción, manufactura, turismo y el sector financiero.
Albizu afirmó que el sistema financiero está muy sólido y muestra una excelencia en su desenvolvimiento.
En un contexto en que la economía mundial creció un 3.5% en el período 2013-2017, el país registró un crecimiento promedio anual de 6.1%, consolidándose como una de las economías más dinámicas de la región.
“Hay suficiente base para apostar en la economía y el sector privado y el país está listo para recibir la inversión extranjera que sea”.
El crecimiento económico se reflejó en el mercado laboral, entre octubre de 2012 y septiembre 2018 se generaron 734,544 empleos adicionales.
“La tasa de desempleo abierta bajó de 8.8% a mediados de 2014 a un promedio anualizado de 5.5% al cierre del tercer trimestre de 2018, cercana a su nivel natural y muy por debajo del promedio regional de 8.7%, según el último Panorama Laboral publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”.