El presidente de Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), José López Valdés, ponderó que la economía mundial despuntó en 2018 con mucho optimismo, sin embargo, “en los últimos meses han ocurrido hechos que han cambiado la mirada de los especialistas”.
De acuerdo con un sondeo de Bank of America y Merry Lynch, el ciclo económico se encuentra en el fin de una tasa creciente y el ciclo descendiente ocurriría dentro de algunos meses.
La deuda alcanza niveles del 224% del producto interno bruto (PIB) global, siendo los países industrializados los que más deuda acumulan. “El Fondo Monetario Internacional (FMI) insta a los países a tomar medidas de mediano plazo para normalizar esta situación”.
Sobre la inflación en América Latina, resaltó que ha estado dentro de los rangos esperados por la mayoría de los países y solo en casos excepcionales la política monetaria ha tenido que intervenir de manera decidida para suavizar el comportamiento de dicha variable.
Dijo el también presidente de la Asociación de Bancos Comerciales (ABA) que se estima que la región crecerá entre un 1.5% y 1.2% en el presente año.
“Sin duda el crecimiento económico sigue siendo insuficiente para superar viejos problemas estructurales como la pobreza, la iniquidad del ingreso y necesidad de una inserción económica en el mundo”, ponderó Valdés.
Pese a esto, indicó que la banca latinoamericana ha navegado con éxito. “De manera estructural en una década hemos crecido en casi 10 puntos la profundidad financiera, además de aumentar la cobertura de oferta para la inclusión financiera”.
De igual forma, cálculos de Felaban muestran que la cartera crece a una tasa del 6% anual real, lo cual es casi tres veces el crecimiento actual esperado del PIB de la región. El patrimonio crece a un ritmo del 11% anual, lo cual permite una relación de solvencia promedio del 14.2%.
América Latina aún se encuentra muy rezagada en comparación con otras regiones del mundo en términos de investigación y desarrollo. “Mientras Estados Unidos, Japón y la República de Corea invierten en este rubro entre 2.5 y 3 puntos de su PIB y la Unión Europea cerca de 2 puntos, el continente en su conjunto destina apenas 0.5 puntos del PIB”.
López Valdés puntualizó que “América Latina no puede darse el lujo de perder la batalla contra la corrupción, de lo contrario estamos ante el riesgo de un aumento en el desencanto popular”.