Hace tres años tenía que transitar una distancia de 5 kilómetros para llegar de la casa a la oficina y eso me tomaba 12 minutos. Hoy, tres años después, esa misma distancia me toma 30 minutos. ¿Qué está pasando? Hacerme esta pregunta me llevó a ver y unir los siguientes datos:
- En los últimos 5 años el parque vehicular de República Dominicana ha crecido en promedio un 6.0%. Según estadísticas de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), hasta el año 2017 teníamos circulando 865,186 automóviles y 419,442 vehículos tipo jeep o yipetas como comúnmente se conoce. Eso sin contar los demás vehículos de motor como motocicletas, autobuses, vehículos de carga… El 24.6% de todos los vehículos se encuentran concentrados en el Distrito Nacional y 16.4% en Santo Domingo. Entiendo que este incremento se debe en gran medida a las ferias de vehículos que realizan los distintos bancos comerciales del país a lo largo del año y las facilidades que ofrecen.
- ¿Cómo se traduce eso en el consumo de combustibles? Según datos del Ministerio de Industria y Comercio, analizando únicamente el consumo en galones de gasolina premium, gasolina regular, gasoil premium y gasoil regular, en el año 2017 su consumo creció en promedio un 14% con relación al año 2016. Es decir que el consumo de combustible ha aumentado más que el doble del incremento en el parque vehicular. Esto sin contemplar el uso del gas, ya que también se le da uso doméstico.
Adquirir un vehículo es cada vez mas caro, no solo por el precio de compra, sino más bien por el consumo de combustible y tiempo que tardamos en trasladarnos de un punto a otro.
Que haya más vehículos circulando, cuando las vías siguen siendo las mismas, tiene impacto directo en los impuestos: Sabemos que el galón de combustible tiene un precio que, aproximadamente, el 50% corresponde a impuestos, pero con la congestión del tránsito, se consume cada vez más, con lo cual pagamos más impuestos a través de los combustibles.
Según la regla de oferta y demanda, cuando un bien es escaso, o su demanda aumenta más que lo que se puede suplir, ese bien tiende a aumentar su precio. En el caso que nos ocupa, el bien serían las vías y el precio sería el impuesto de circulación, el cual no me sorprendería que tienda a subir, especialmente si el parque vehicular sigue aumentando como lo ha hecho en los últimos 5 años.