La economía panameña crecerá al cierre del presente año 4.2% y para el 2019 lo hará en un 5%. Sin embargo, algunas situaciones que se desarrollan a nivel internacional podrían terminar por impactarla negativamente como el aumento del precio del petróleo, la guerra comercial entre Estados Unidos (EE.UU.) y China, el aumento de las tasas de interés y el endurecimiento del dólar, advirtió Manuel Ferreira, director del Centro de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio (Ceecam), durante la tercera versión del encuentro empresarial Actualidad Económica.
Según Ferreira, la guerra comercial que enfrenta a EE.UU. y China es parte de la estrategia del presidente estadounidense Donald Trump para atraer a su país a las empresas manufactureras que habían ubicado sus plantas de producción en China, México y otros países, política que ha incluido una reforma fiscal que redujo el pago de impuesto para las empresas que operan en el mercado estadounidenses.
Explicó que como consecuencia de esta situación, la economía estadounidense ha experimentado un fuerte crecimiento tanto económico como a nivel del empleo, sin embargo, la aplicación de aranceles a productos chinos y la subsecuente decisión de China de aplicar aranceles a los productos procedentes de EE.UU. tendrá un impacto negativo en la economía mundial y especialmente en las operaciones del Canal de Panamá.
Agregó el director del Ceecam que otro factor que tendrá un impacto en la economía panameña son las alzas que viene experimentando las tasas de interés interbancarias en el mercado estadounidense, recordando que en el presente año la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) ha aprobado dos incrementos de 0.25% a las tasas de interés y para el 2019 se tienen programados otros tres aumentos, lo que a largo plazo elevará el costo del dinero en los mercados internacionales limitando el acceso a financiamiento tanto a los consumidores como a las empresas a nivel local.
Finalmente, advirtió que todo esto está impactando en el precio del petróleo en los mercados internacionales, el que se espera que para fines de este año 2018 fluctúe entre $90 y $100 el barril, lo cual tendría un efecto negativo en la economía local, toda vez que Panamá es un importador neto de combustible.
En estas condiciones y tomando en cuenta que muchos de estos procesos pueden tener un impacto directo en las actividades que registran mayor crecimiento en la economía panameña como el Canal, Transporte y Almacenamiento, Puertos, Aeropuertos y la Zona Libre de Colón (ZLC).
Para el economista del la Cciap este ajuste también responde al pobre desarrollo que registran las actividades vinculadas a la demanda interna, que mayor impacto tienen en la demanda de mano de obra local como el sector agropecuario, el comercio, el turismo y la construcción, cuyo desempeño se ha visto afectado por una caída de la demanda de bienes y servicios generada por un aumento del desempleo y una mayor desconfianza en el futuro del país, así como por la huelga de casi un mes que protagonizaron los obreros de la construcción, que agravó significativamente la situación.
Sobre cómo salir de esta situación, el presidente de la Cciap, Gabriel Barletta, ha señalado a Capital Financiero que es indispensable que el Ejecutivo adelante acciones que devuelvan la confianza tanto al sector empresarial como a los consumidores, lo que pasa por cancelar la deuda que el gobierno nacional mantiene con sus proveedores y contratistas, activar cuanto antes el Fondo de Promoción Turística Internacional y refrendar el contrato de administración del Centro de Convenciones de Amador, para reactivar la llegada de turistas y reducir la creciente burocracia que está afectando negativamente la confianza de los inversionistas en el país, al punto que en el primer semestre del presente año la Inversión Extranjera Directa (IED) registró una caída de 13.2%
No obstante, para el secretario general del Sindicato Único de los Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), Saúl Méndez, es injusto que la Cciap y otros gremios empresariales traten de culpar a los obreros de la construcción de la desaceleración económica que experimenta el país, ya que este fenómeno se viene experimentado desde que la administración del presidente Juan Carlos Varela asumió el poder y se venía agravando antes de la huelga legalmente declarada por los trabajadores de construcción debido a la negativa de la Cámara Panameña de Construcción (Capac) de negociar un aumento salarial justo.
Méndez agregó que la situación económica que vive el país es, sin duda alguna, el resultado de la falta de un Plan Nacional de Desarrollo que permita la implementación de políticas públicas orientadas a favorecer el crecimiento de los sectores productivos y facilitar la creación de empleos dignos para todos los panameños.