El dólar estadounidense y el precio del petróleo típicamente están inversamente correlacionados, pero en la actualidad ambos tienen una clara tendencia alcista.
El crudo es la fuente de energía que mueve al mundo, a pesar de que en los últimos tiempos hayan surgido nuevas alternativas más amigables con el medio ambiente.
Por otro lado, el dólar estadounidense es la divisa que más se comercializa en el mundo luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial y al abandonar el patrón oro. La mayoría de las reservas de los bancos centrales a nivel internacional se mantienen en dólares y las emisiones de deuda también son denominadas en dicha moneda.
El precio del oro negro ha sufrido fluctuaciones muy marcadas en los últimos años, desplomándose desde su punto más alto en 2014 cuando el barril (WTI) llegó a sobrepasar los US$100.00 hasta caer por debajo de los 30 dólares en 2016 (el precio ha subido un 20% en 2018).
En las últimas semanas, el precio de la materia prima ha llegado a ubicarse por encima de los US$70 y la tendencia es hacia el alza, debido a algunos factores clave, tales como la salida de EE.UU. del acuerdo nuclear iraní, las sanciones del presidente Trump contra Irán, desacuerdos entre el mandatario americano y la OPEP, y por la reducción importante de la producción por parte de Venezuela (que podría salirse de la OPEP en 2018).
Por otro lado, el dólar estadounidense sigue avanzando debido a la fortaleza de la economía norteamericana y a las subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
Es importante resaltar que estas dos variables del mercado inciden de forma directa en las decisiones de política monetaria y fiscal en República Dominicana.