El tamaño de la deuda pública de un país generalmente se mide como porcentaje del producto interno bruto (PIB), algo que considero un poco absurdo, si se toma en cuenta que debería ser por la capacidad de recaudación fiscal.
Sin embargo, ese es el parámetro internacional y es el que hay que utilizar, a pesar de que es algo manipulable, pues si el PIB crece, aunque la deuda también crezca, posiblemente se verá reducida, como proporción porcentual del producto; mientras que si el PIB decrece, entonces, aunque la deuda no suba, se verá como aumentada como porcentaje del PIB.
No hay que olvidar que de acuerdo con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de otros organismos internacionales, lo ideal es que la deuda pública consolidada de un país no supere el 40% del PIB.
En todo caso, vamos a medir nuestra deuda con base en el parámetro establecido, es decir, como porcentaje del PIB. Para eso, recurriremos a las estadísticas oficiales.
Lo primero es que la deuda pública abarca diversos compromisos, algunos no publicados en la contabilidad gubernamental, pero que aun así existen y en algún momento habrá que pagarlos.
La deuda del sector público no financiero incluye la deuda interna y externa del Gobierno y de algunas instituciones descentralizadas del Estado. Cuando se habla de la deuda pública consolidada, es porque se agrega la deuda del sector financiero estatal. En el caso dominicano, sería la deuda del Banco Central acumulada en forma de certificados y valores emitidos.
Vamos a tomar como referencia el tamaño del PIB (tamaño de la economía dominicana) que publica la Dirección de Crédito Público del Ministerio de Hacienda. Esa entidad indica que el PIB nominal dominicano, a agosto de este año, es de US$78,829 millones.
Asimismo, Crédito Público indica que para esa fecha la deuda pública interna asciende a US$10,154.5 millones (12.9% del PIB); en tanto que la deuda externa está en US$21,399.8 millones (27.1% del PIB).
En resumidas cuentas, la deuda del sector público no financiero (externa e interna con organismos multilaterales y bilaterales, bancos comerciales, bonos y suplidores) asciende a US$31,554.3 millones al 31 de agosto de este año, lo que equivale a un 40% del PIB.
Ahora bien, recuerden que para medir la deuda consolidada hay que agregar los compromisos acumulados por el Banco Central, los cuales son publicados en pesos dominicanos y dado que estamos ofreciendo cifras en dólares, vamos a colocar su equivalente a la tasa de cambio del momento.
El Banco Central publica en su balance mensual que al mes de agosto de este año su nivel de deuda (valores emitidos) asciende a RS$564,219.8 millones. Para el mes de agosto la tasa de cambio promedió los RD$49.72 por dólar, lo que indica que esa deuda por valores emitidos equivale a US$11,347.9 millones (actualmente es más, debido al alza del dólar y el aumento de las emisiones de deuda).
Esos US$11,347.9 millones de deuda del Banco Central hasta el mes de agosto de este año equivalen al 14.3% del PIB.
Entonces, si le sumamos el 40% del PIB de deuda del sector público no financiero al 14.3% de valores emitidos por el Banco Central, se tiene que la deuda pública consolidada de República Dominicana, al mes de agosto de este año, alcanzó un monto de US$42,902.2 millones, lo cual equivale al 54.3% del PIB.
Esa es, amigos y amigas lectores, la realidad del nivel de deuda pública de República Dominicana. Las cifras indican que ya hemos superado el 40% PIB máximo recomendable y hasta hemos superado el 50% del PIB en endeudamiento.
La situación no es tan grave si tomamos en cuenta que todavía el Estado dominicano muestra capacidad económica para pagar los compromisos asumidos hasta ahora.
Por eso las autoridades del equipo económico del Gobierno constantemente afirman que la deuda pública dominicana “es manejable”.
El problema es que esos compromisos de deuda siguen en crecimiento y podría llegar el momento en que alcance niveles tan altos que se torne “inmanejable” y se nos haga tarde para evitar una situación de insolvencia.
Solo me queda recomendar humildemente al equipo económico del Gobierno que identifique medidas para desacelerar el nivel de endeudamiento.