El sector educativo es el segundo sistema más vulnerable a ataques digitales, advirtió el gerente de Ingeniería de Fortinet para el Caribe, Layard Terrero, quien explicó que hasta la fecha República Dominicana ha recibido unos 24 millones de ciberataques internacionales.
En el primer lugar de la calificación de vulnerabilidad se encuentra el sector salud, seguido de la sección educación y en tercer lugar el área financiera, dijo Terrero, quien presentó diversos mecanismos de seguridad para evitar que los datos educativos sean violados, durante un almuerzo organizado por Fortinet. “No hay seguridad al 100% por eso hay que tomar iniciativas de crear soluciones para proteger la información”, sostuvo.
Explicó que las universidades son vulnerables por el uso continuo de sus plataformas y la conectividad entre equipos. Recordó que el 72% de los estudiantes conectan por lo menos dos dispositivos a la red del campus al mismo tiempo y dedican más de 140 horas a la semana a sus aparatos tecnológicos.
Todo este intercambio de información abre las puertas al aumento de la actividad cibercriminal dirigida a instituciones educativas, dijo el experto. “Cualquier información intercambiada, ya sea personal de los estudiantes o datos de un centro de investigación universitaria, debe ser protegida para resguardar la reputación de la institución”.
Desde 2005 las instituciones de educación superior han sido víctimas de 539 intrusiones conocidas que dieron como resultado unos 13 millones de registros comprometidos.
Indicó que la tecnología de la información y la comunicación están condicionando diversos aspectos de la educación. El creciente uso de Internet y de las redes sociales plantea nuevos horizontes para la innovación educativa, insistió.
El costo global promedio por registro educativo hackeado ronda los US$246, mientras que el costo de los récords médicos es de US$408, datos que varían día a día, según Terrero.
¿Qué buscan los cibernéticos con estas acciones?, se le preguntó. “En el área escolar tratan de saturar las páginas para que se produzca una negación del servicio, copiar datos personales y monetizar la información”, respondió.
Los delitos frecuentes son realizados por estudiantes desde el interior de los centros educativos, expresó. “La curiosidad y la competencia entre jóvenes hace que realicen estas violaciones al sistema”.
Dijo que las universidades tienen el reto de canalizar la demanda de los estudiantes: Alta disponibilidad, rapidez y seguridad en sus redes.
Otra medida que resaltó fue “la copia de seguridad en las nubes o el aire”. El 63% de las instituciones de educación consideran este método “seguro y confiable”, apuntó durante el almuerzo celebrado en un hotel de esta capital.
Para vicecanciller de Gestión de la Calidad, Innovación y Tecnología de la Universidad Tecnológica de Santiago (Utesa), Frank Rodríguez González, una de las medidas de prevención es monitorear las páginas que visitan los participantes en horas libres, así como, identificar y aislar las redes que sean violentadas.
Frank Rodríguez, quien participó en el evento de Fortinet, dijo, que “las universidades dominicanas estamos en un proceso de emprendedurismo con el tema de combatir los ciberataques”.