El sistema bancario de Panamá (Baa2, positivo) seguirá beneficiándose de sólidos ingresos en 2018-2019, a pesar de mayores costos de fondeo y de crédito, menciona Moody’s Investors Service en un nuevo informe.
“La rentabilidad será apoyada por mayores márgenes de intermediación, comisiones estables y buena eficiencia”, según Georges Hatcherian, vicepresidente asistente en Moody’s.
Estas fortalezas ayudarán a compensar por mayores costos crediticios debido a un aumento esperado en los prestamos vencidos”.
Las utilidades robustas ayudarán a los bancos a mantener buenos colchones de capitalización, con un ratio de capitalización común tangible (TCE, por sus siglas en inglés) estimado de alrededor 14%.
Moody’s espera que los préstamos vencidos (NPLs, por sus siglas en inglés), se incrementen gradualmente a niveles más cercanos al 3% promedio para América Latina en los próximos dos años, desde 1.7% actualmente, debido a mayores tasas de interés causadas por un endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos (EU) y un aumento gradual en el desempleo.
El incremento en la cartera vencida sería principalmente explicado por préstamos al consumo, construcción y pequeñas empresas.
Sin embargo, la expansión económica y un crecimiento crediticio prudente limitarán el crecimiento en los NPLs.
Mientras que la liquidez se ha deteriorado ligeramente, en parte debido al crecimiento crediticio, se mantendrá en niveles buenos relativos a la disminución en la dependencia de los bancos en fondeo internacional y de no residentes.
Las autoridades panameñas han continuado la mejora en las regulaciones de prevención de lavado de activos, así como la cooperación con contrapartes globales tanto impositivas como financieras.
Esto ayudará a la estabilización de relaciones de corresponsalía bancaria internacional para los bancos grandes, así limitando los riesgos de refinanciamiento y de repago globales. Sin embargo, mantener estas relaciones seguirá siendo un desafío para los bancos pequeños, los cuales generan menos ingresos para sus bancos corresponsales.
En el largo plazo, la población relativamente joven de Panamá y la inmigración neta positiva, seguirán apoyando la formación de capital humano, el cual favorecerá la continuación de la digitalización de los procesos e infraestructura de los bancos, así como el desarrollo de productos financieros intensivos (Fintech).