Señor director:
Quiero agradecer el espacio. Soy un usuario de la autopista Duarte, carretera por la que circulo casi a diario. Aunque resido en la capital, debo trasladarme a la región del Cibao por mi trabajo como encargado de una importante zona en la venta de medicamentos.
Tengo un buen vehículo, pero debo admitir que de regreso a mi casa siento temor de tener un accidente en esta carretera, ya que está a oscuras, no tiene señalización y los hoyos sorprenden en casi todo el trayecto.
Sé que la peligrosidad de la autopista Duarte, que se supone es la principal carretera del país, ha sido tratada en diversas oportunidades. Sin embargo, siempre me pregunto por qué las autoridades de Obras Públicas, que han hecho un buen trabajo en otras zonas y aquí tienen un servicio de carretera muy eficiente, no le pone manos a la obra.
Esta es la principal vía de comunicación del país. República Dominicana tiene muy buenas carreteras, pero con esta se han descuidado. Ya es hora, considero, de que la autopista Duarte sea realmente una vía segura, rápida y confiable.
Jorge Luis Vásquez F.
Vendedor farmacéutico