Señor Director:
Le escribo para que se haga eco de la preocupación de la comunidad de Chacuey Abajo, Cotuí, en la provincia Sánchez Ramírez. Su escuela está a punto de terminarse, pero todavía los trabajos finales marchan a paso lento. Los pobladores están viendo los días pasar y sin saber si al final podrán celebrar que sus hijos reciban clases en un lugar adecuado y digno de seres humanos que buscan salir del espacio de pobreza en el que ven llegar su futuro.
El pasado 10 de septiembre del 2007 el director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), Félix Bautista, en respuesta a una petición de quien le escribe, envió una comunicación a la secretaria de Educación, Alejandrina Germán, en la que le pidió incluir la escuela de esta comunidad en el presupuesto de este año.
Aunque no la vi incluida, espero que en “otros montos” esté presupuestada, ya que para inaugurar esta obra faltan “chelitos”. La comunidad lleva más de diez años esperando que sus hijos estudien en forma decente y segura. Ahora que están “al tri” de ver su sueño realizado, espero que la funcionaria se haga eco de esta preocupación.
Los reportajes y quejas de las comunidades han sido numerosos a lo largo de estos años de espera. Según los reportes, en la obra se trabaja en algunas conexiones eléctricas, relleno del patio, pintura, colocación de pupitres, acondicionamiento del área infantil de preescolar y otros detalles mínimos. Chacuey Abajo es una comunidad ubicada a ocho kilómetros al Este de Cotuí y su gente vive básicamente de la producción de arroz, cacao, plátano y otros frutos menores.
El desempleo y la falta de oportunidades están entre sus principales males y esperan que el Gobierno se interese por crear alternativas que conduzcan hacia la creación de fuentes de trabajo.
Los habitantes están a la espera de que la secretaria de Educación pueda responder con hechos esta petición, haciendo realidad la aspiración de los habitantes de Chacuey Abajo, en Cotuí. Creen que su comunidad merece la terminación de su escuela, para la cual lleva más de diez años esperando con paciencia extrema.
Atentamente,
Jairon Severino