El Banco de Interamericano de Desarrollo (BID) aseguró que el problema fiscal que vive Costa Rica es urgente, por lo cual se debe dar una solución integral a través de una reforma tributaria robusta.
“El problema fiscal que enfrenta Costa Rica es estructural y urgente. Ahora, más que nunca, es el momento para atenderlo con soluciones integrales, que restauren la sostenibilidad de las finanzas públicas”, dijo en un comunicado de prensa el representante del BID en Costa Rica, Fidel Jaramillo.
El Gobierno de Costa Rica impulsa una reforma tributaria en el Congreso para paliar el déficit fiscal que se calcula alcanzará el 7.1% del producto interno bruto en 2018.
La reforma tiene como iniciativa estrella la conversión del impuesto de ventas del 13% en uno de valor agregado (IVA) de la misma tasa, pero que gravará más productos y servicios.
Sin embargo, en las últimas semanas la comisión legislativa que estudia la reforma antes de ser elevada al Plenario, ha aplicado cambios, criticados por el Gobierno, como exoneraciones a los servicios de educación privada y a la canasta básica que se tenía previsto gravar con un IVA del 4% y el 2%, respectivamente.
Según Jaramillo, los esfuerzos deben concentrarse en aprobar una reforma robusta, que mantenga los principios de suficiencia, sobre todo por la situación hacendaria; eficiente, para no dañar el crecimiento, y con la mayor equidad posible.
“Se debe asegurar que las nuevas modificaciones al proyecto de ley no erosionen el rendimiento necesario con normas que afecten la equidad y la trazabilidad del sistema tributario en el combate a la evasión”, destacó el representante del BID.
El Banco Interamericano de Desarrollo indicó que apoya a Costa Rica en la pronta aprobación de una reforma fiscal integral que constituya un avance en la consolidación fiscal y en la eficiencia del sector público, a través de medidas que aseguren la sostenibilidad de la deuda.