La población, sobre todo aquella que conduce un vehículo por cualquier calle, avenida o carretera del país, ha empezado a notar que la decisión de las autoridades del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), de prohibir el uso de luces led de alta luminosidad, va en serio. Esto no parece un cuento.
El ensayo de boicot que protagonizaron recientemente los camioneros en el peaje de la autopista Las Américas, tratando de imponerse como siempre lo han hecho: por la fuerza, y la forma en que actuaron las autoridades, es una muestra de que esto, si no ocurre como en otras ocasiones, va en serio.
La sociedad dominicana está harta de ver cómo se toman las medidas, se aplican con rigor durante un tiempo, generalmente corto, y luego se dejan caer por X o Y razón. La educación es una variable a tomar en cuenta en este caso (y en otros), pero lo más importante será imponer un régimen de consecuencia que no mire a quién para lograr lo que se busca: más seguridad en las vías.