El concepto de economía circular, en la medida que la humanidad busca aprovechar al máximo los recursos disponibles, se ha puesto en primera fila entre las prioridades de las sociedades más organizadas.
República Dominicana, según estadísticas referidas por la Asociación de Industrias (AIRD), genera más de 12,000 toneladas de residuos por día y aproximadamente un 10% de ellos son desechos plásticos. La humanidad, pero muy especialmente las autoridades, empresarios y población en general, tienen un reto muy importante, pues el nivel de reciclaje y reutilización de los residuos sólidos es muy bajo, perdiendo así la oportunidad de nuevos negocios, de generar empleos formales, ahorrar divisas y de mejorar la rentabilidad de las empresas.
¿De qué se trata? La economía circular se basa en un nuevo modelo de sociedad que utilice y optimice los materiales y residuos, dándoles una segunda vida y ahorrando así importantes divisas para el país, garantizando así la sostenibilidad ambiental.
Está claro que todo residuo del proceso productivo de una industria puede convertirse en materia prima para otras actividades productivas de la misma entidad o de otras empresas. Por supuesto, la economía circular es una oportunidad y, a la vez, un reto, pues la sociedad en su conjunto está obligada constantemente a innovar y mejorar la productividad sin comprometer la sostenibilidad ambiental de las futuras generaciones.
En todo caso, por más teoría sobre el tema, la responsabilidad recae en el ser humano. La toma de conciencia debe ser hacia y desde todas las direcciones. Utilizar y reutilizar, como elementos a tomar en cuenta en la economía circular, tiene un componente de conciencia colectiva que habrá de estar acompañado de un compromiso social.
Cuando se piense o se analice el impacto que tienen los desechos sólidos en el medio ambiente, no sólo debe mirarse a un tipo de basura en específico. Por igual debe importar si al vertedero o a nuestras calles llega cartón, plástico, materia orgánica o lo que fuere; el tema siempre es (y será) un reto para el ser humano como ente social.
Como bien lo plantea la AIRD, la articulación entre las empresas y las instituciones que forman parte de la cadena logística de recolección y manejo de residuos, así como el fomento del reciclaje y reúso de los residuos sólidos, constituyen los eslabones más importantes para la reducción de residuos y el establecimiento de un modelo de economía circular, base fundamental para lograr que la sociedad dominicana, tomando en cuenta a sus empresas, asuma una cultura de responsabilidad que garantice la sostenibilidad del medio ambiente.
Hay sobrados ejemplos de países que han logrado enfrentar el reto que hoy tiene República Dominicana con los residuos. En todos, sin excepción, hay un elemento en común: educación y conciencia ciudadana.