Santo Domingo.- La información de que el Gobierno de Venezuela vendió al banco de inversión de Estados Unidos Goldman Sach, a descuento, la deuda que mantiene República Dominicana con esa nación en el acuerdo de PetroCaribe ha generado inquietudes en el ámbito local.
Se trata de la venta de una deuda por el orden de los US$4,268 millones, a la fecha de la operación, mediante la cual Venezuela habría recibido de inmediato US$1,750 millones (41%), dando como ganancia a futuro US$2,518 millones (59%) al banco de inversión. Estos números son aproximados.
El asunto es que el acuerdo de PetroCaribe establece que el Gobierno debe pagar la deuda acumulada por el financiamiento de una parte de los combustibles que le compra a Venezuela, a un plazo de 23 años, con los dos primeros años de gracia y una tasa de interés blanda de 1% anual.
El pago de esa deuda puede ser, en parte, cuando Venezuela lo disponga, con la entrega de productos de consumo interno en la nación sudamericana.
Lo primero es que esa operación no implica variaciones en las condiciones de pago para el país, pues precisamente porque no se varía la forma y los plazos de pago, fue que Venezuela vendió la deuda a descuento con una ganancia futura de 59% para el adquiriente.
En esa parte, República Dominicana no será perjudicada. Sigue pagando la deuda bajo las mismas condiciones, con el único cambio de que ya no tendrá la opción de saldar con productos, sino simplemente con el aporte de 1% anual, más las amortizaciones correspondientes.
Otro elemento es el hecho de que si República Dominicana hubiera sido notificada sobre esta intención de Venezuela, pudo tener la oportunidad de comprar esa deuda con ese descuento, lo que le habría permitido reducirla de US$4,268 millones a US$1,750 millones. De esa forma, el tope de la deuda del sector público no financiero del país bajaría de 38.4% del producto interno bruto (PIB) a 34.7% del PIB.
Para ese caso, el Gobierno dominicano sólo habría tenido que aumentar el servicio de pago de su deuda, pues tendría que emitir bonos por US$1,750 millones a una tasa de interés anual de 7% -más o menos-, con vencimiento a 20 años. En lugar de pagar 1% anual más amortizaciones por US$4,268 millones, pagaría 7% anual por US$1,750 millones con cupón cero, pagadero al final del plazo.
Pero de haber sido así, el Gobierno correría el riesgo de que Venezuela le retirase el beneficio de PetroCaribe, pues podría argumentar que si este país tiene dinero para pagar la deuda por adelantado, no necesita de un acuerdo de financiamiento tan favorable.
LO CONSUMADO
En esta operación, de ser realmente como se ha publicado, se ha comentado que Venezuela le habría pasado “una ganga” a Goldman Sach con el descuento del 59% en la venta de la deuda. La realidad es que no se trata de una ganga, sino más bien de una transacción de beneficios mutuos con base en los valores vigentes en el mercado de capitales.
Veamos: La ganancia que obtendrá Goldman Sach a 20 años es de US$2,518 millones. Suponga que Venezuela, en lugar de vender su deuda, hubiera emitido bonos al mismo plazo por US$1,750 millones, con una tasa de interés anual de 7%. Al cabo de 20 años, la ganancia para los adquirientes de esos bonos sería de US$2,450 millones. Es decir, prácticamente lo mismo que se está ganando Goldman Sach.
Todo parece indicar que para establecer el descuento de 59%, Goldman Sach tomó como referencia la calificación de riesgo país de República Dominicana, que tendría que pagar alrededor de 7% anual si emitiera bonos a 20 años. Esto quiere decir que el banco de inversión estadounidense no está ganando más de lo que establece la prima de riesgo del bono dominicano, más el 1% adicional anual que de por sí paga la deuda de PetroCaribe, para un total estimado de 8% anual, es decir, unos US$2,800 millones.
En el caso de Venezuela, con ese descuento de 59%, salió gananciosa, debido a que su calificación de riesgo actual le haría imposible obtener US$1,750 millones a una tasa de 7% anual, como en efecto los ha obtenido con esta operación, pues de haberlo hecho emitiendo bonos, tendría que pagar una tasa de interés muy por encima, dada su mala calificación. República Dominicana pagaría 7% anual por su buena calificación de B+ en el mercado internacional.
Lo anterior indica que Venezuela, bajo sus condiciones de calificación actual, hizo un buen negocio con ese descuento de 59%, mientras que Goldman Sach, parece que tomó en cuenta la calificación de riesgo de República Dominicana para prorratear la deuda y establecer ese descuento, con la ganancia adicional del 1% de interés anual fijo que tiene la deuda de PetroCaribe desde su origen.
CONSECUENCIAS FUTURAS
Lo que debe tomar en cuenta República Dominicana en lo adelante es que aparentemente Venezuela tiene una necesidad extraordinaria de recursos líquidos y no resistirá por mucho tiempo el manejo de su economía con un petróleo por debajo de los US$70 el barril.
Las estimaciones de analistas económicos indican que para mantenerse en una situación precaria pero de sobrevivencia económica, Venezuela necesita una cotización del petróleo de un mínimo de US$80 el barril; y que esté por encima de US$100 para mantener los subsidios de financiamiento que ofrece a los países de la región con el PetroCaribe.
La situación actual hace pensar que PetroCaribe tiene sus días contados y por tanto República Dominicana debe prepararse. Incluso, para el próximo año, la estimación de US$650 millones provenientes de PetroCaribe, se cae, por lo que ya el Gobierno dominicano debe ir pensando en buscar recursos adicionales.
Por suerte, la caída del petróleo también implicará un ahorro para el Gobierno en los costos de la electricidad, lo que pudiera reducir el subsidio energético en alrededor de US$250 millones el próximo año, de seguir el petróleo con los precios de la actualidad.
Venezuela esperaba que la Organización de Productores y Exportadores de Petróleo (OPEP), en su reunión de la semana pasada, redujera la producción para presionar un alza de precios. Sin embargo, la decisión del cártel petrolero fue de mantener su producción para conservar su cuota, aunque el precio internacional siga bajando, algo que afecta directamente a Venezuela, que necesita con urgencia una recuperación en los precios del crudo.
Habrá que ver cuáles serán las próximas decisiones económicas del presidente venezolano Nicolás Maduro para enfrentar la difícil situación económica de su país.
A los técnicos y estrategas del Gobierno dominicano, que no pierdan tiempo en opiniones mediáticas sobre el tema. Más bien, que se ocupen de diseñar planes alternos con miras a enfrentar las consecuencias del aparentemente inevitable fin del PetroCaribe en el futuro cercano.