El primer vicepresidente y gerente general de Scotiabank República Dominicana, Robert Anthony Williams Cisneros, lo tiene muy claro: En este mercado hay tres jugadores grandes, si tú quieres competir aquí tienes que tener escala.
La consideración del principal ejecutivo de Scotiabank en el país fue a propósito de anunciar que esa entidad llegó a un acuerdo de compra-venta con el Banco del Progreso por US$330 millones, aproximadamente, que incluye el 97.44% de las acciones. El restante 2.56% es de inversionistas minoritarios, los cuales son alrededor de 150.
Williams Cisneros tiene experiencia en procesos de integración y adquisición de entidades financieras en otros mercados, tales como Panamá y Costa Rica, incluyendo El Salvador, donde nació y dio sus primeros pasos en la banca.
El ejecutivo bancario llegó a República Dominicana en julio de 2015. Su misión se enfocó de inmediato en el crecimiento de la cartera comercial de Scotiabank. “El principal atractivo para la inversión es que el mercado dominicano está creciendo, es una democracia estable y al banco le interesa crecer donde hay potencial”, sostuvo.
Tras el acuerdo de adquisición del Progreso, Scotiabank, que cuenta con alrededor de 53,930 empleados en todo el mundo, se fortalece en la cuarta posición del mercado local. Sus activos llegarían a RD$130,480.8 millones, según datos de la Superintendencia de Bancos (SIB) a mayo de este año.
Respecto a que si seguirá en el país luego que finalice este proceso, reveló a elDinero que eso dependerá de la organización, ya que Scotia, como institución financiera global, tiene recursos humanos a nivel internacional que pueden hacer muchas cosas. “La decisión de mantenerme o removerme realmente depende de nuestra casa matriz. A mí me encanta República Dominicana y siento que el Banco del Progreso hace un fit perfecto con nuestra organización y al final del día es ver cómo le vamos a servir a nuestros clientes”, dijo.
Williams Cisneros explicó que todo este proceso requiere de unos protocolos estandarizados. “La primera etapa es que las dos entidades lleguen a un acuerdo y es en la etapa en la que estamos. Ambas instituciones hemos llegado a un acuerdo en donde Banco del Progreso ha puesto un porcentaje de sus acciones a la venta, un 97.44% para ser exacto. Las ha puesto a la venta y Scotiabank ha llegado a un acuerdo con ellos para comprárselas al precio que está establecido (US$6.326), de acuerdo a la publicación que han hecho”, detalló.
El primer vicepresidente y gerente general de Scotiabank refirió que si bien es cierto que ellos han hecho un acercamiento al ente regulador, con el fin de hacerle saber que las partes están negociando, no es hasta la firma del acuerdo de compra-venta cuando realmente se inicia el proceso de solicitud forma oficial para aprobación de la transacción.
En lo adelante, indicó, es entregar toda la documentación a las autoridades regulatorias, proceso que, estimó, se tomará de dos a tres semanas. “El regulador, entonces, se toma el tiempo que estima necesario para hacer el análisis. Estos tiempos oscilan, dependiendo de la complejidad de la transacción y una vez nosotros recibimos esa aprobación, entramos en un período que llamamos de integración”, explicó.
De acuerdo con Williams Cisneros, cuando ellos reciben la aprobación es cuando se inicia el conteo para la fecha de cierre, es decir, se llegó a un acuerdo, se tiene la anuencia de las autoridades y se cierra la transacción. “En ese momento es que el banco pasa a ser parte de Scotia”, afirmó.
El ejecutivo bancario detalló que durante el proceso de análisis de las autoridades ambas entidades financieras continúan en operación de manera independiente.
“Estamos satisfechos de haber llegado a un acuerdo para adquirir el Banco del Progreso. Esta adquisición está alineada con la estrategia de ganar mayor escala en mercados económicamente estables con fuertes perspectivas de crecimiento”, dijo Williams Cisneros, quien aseguró que el trabajo se enfocará en mantener y potenciar lo mejor de ambos bancos.
De su lado, Juan Bautista Vicini Lluberes, presidente del consejo de directores del Progreso destacó que: “En los últimos años hemos logrado un crecimiento sostenible en cuanto a rentabilidad, cartera y participación de mercado en todos los segmentos y productos. Además, logramos convertir el Banco Dominicano del Progreso en un banco con una estructura robusta y fuerte, con indicadores de desempeño muy favorables. Nos sentimos complacidos de haber elegido un inversionista con la trayectoria de Scotiabank, que garantiza la continuidad del negocio”.
Las operaciones del Progreso en el país incluyen 57 sucursales, 188 cajeros automáticos, más de 160 subagentes bancarios y 407 estafetas de pago, que atienden a más de 250,000 clientes de banca personal y comercial.
Impuestos
Respecto a la ganancia de capital que habrá de dejar esta transacción, Williams Cisneros dijo que no tiene el dato, por lo que no puede ofrecerlo. Alegó que prefiere ser preciso y que, además, esa información le compete al vendedor y no al comprador.
“No les estamos respondiendo de que no les vamos a dar la información; lo que estamos respondiendo es que les vamos a dar la información de manera precisa cuando la tengamos. Prefiero no darle una información errada para que la publiquen y luego digan: se equivocaron estas personas. Yo creo que desde la perspectiva de transparencia es lo correcto. Nos estamos comprometiendo a darles esa información cuando la tengamos”, justificó.
En lo que compete al fraude que se descubrió en 2005 en el Banco del Progreso, el principal ejecutivo de Scotia Bank en el país reveló que ellos hicieron la debida diligencia y confirmaron que los accionistas de la entidad financiera hicieron un trabajo adecuado para llevarlo a una posición cómoda. A su entender, eso demuestra la confianza que tienen en la transacción.
Personal
En lo que compete a la incertidumbre que generan estas transacciones en el personal de la empresa que se adquiere, expresó que Scotia adquiere toda la organización y que en el Progreso hay un talento humano que es y será clave para el éxito.
Refirió que en los últimos 15 años Scotiabank ha hecho 33 integraciones o adquisiciones en América Latina y el Caribe. En ese orden, indicó, la institución que surge de estos procesos siempre es más fuerte y está integrada por personal de ambas entidades.
Reveló que el proceso de integración de ambas entidades bancarias tomará alrededor de 18 meses, que incluye los sistemas, sucursales y cuando se tiene todo listo es que se ejecuta el cambio de marca. Explicó que si durante este lapso los sistemas no están integrados, pudiera confundirse al consumidor o al cliente. “Al final (El Progreso) terminará llamándose Scotiabank República Dominicana, hacia eso vamos”, indicó.
Finalización del proceso
Contando con los dos meses que se tomarían las autoridades regulatorias y los 18 meses del proceso de integración, Williams Cisneros estimó que podría tomarse hasta dos años para que el mercado local vea los cambios de marca e integración total.
De todos modos, dijo, las instituciones tienden a tener una rotación natural del personal que ronda el 18% al 20% anual. Según la experiencia de otras integraciones que ha hecho Scotia en la región, ese será el parámetro a seguir. Explicó que aquellas posiciones que pueden ser duplicadas y que no tienen que ser llenadas en el instante, prefieren iniciar por ahí para que no haya una pérdida masiva de puestos de trabajo.
Al ser cuestionado sobre lo que piensa el regulador de esta adquisición, expresó que según las conversaciones preliminares que han tenido es que ellos “lo ven con buenos ojos”. Lo que sí dijo es que esta transacción no contempla que quienes vendieron las acciones en el Progreso tengan en el Scotia.
“Sentimos que lo que estamos adquiriendo nos da valor aquí en República Dominicana y nos va a permitir crecer a un ritmo más rápido de que veníamos creciendo en el tamaño que tenemos”, dijo.