La principal vía de comunicación de República Dominicana es la autopista Duarte. Comunica la capital con el Cibao, que es, a su vez, la de más alta producción agropecuaria. Es oportuno reconocer el valor que tiene en el sector industrial. En esta zona están algunos de los polos turísticos más importantes.
Sin embargo, y es lamentable decirlo, ¡qué peligrosa e incómoda es esta autopista! Se sabe del trabajo que se ha hecho en otras importantes vías del país, incluyendo la construcción de otras nuevas, pero con la autopista Duarte hay un claro deterioro que la vuelve un peligro.
La falta de mantenimiento y la débil vigilancia de las autoridades se han combinado para empeorar la situación. Es penoso ponerse a contar la cantidad de hoyos y grietas, así como la falta de iluminación.
El robo de cables de electricidad y las lámparas quemadas, por lo menos donde hay instaladas, es una muestra de que algo no anda bien. Ya es hora de que le pongamos más atención a esta vía, que es la principal.