Hay que poner orden, sí y sólo sí. ¿Pero cómo? ¿Cuáles son los criterios? El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) prohibió el uso e instalación de luces de alta luminosidad, intensidad y de diodo de emisión de luz (LED) en los vehículos de motor que circulen en las vías públicas de República Dominicana.
La medida, dictada mediante la resolución 009-2, fue tomada debido a que estas luces “son causantes de accidentes de tránsito por deslumbramiento y desorientación a conductores, por el destello o haz luminoso que este tipo de luces producen”. Esta es una excelente justificación.
Según el comunicado, quedan exentos de esta prohibición las luces de alta luminosidad o intensidad, que son utilizadas de fábrica en el vehículo de motor en caso de niebla o lluvia y los autorizados para ser usados como transporte para emergencias.
Sin embargo, aquí vienen las observaciones o, como dirían otros, los peros. El Estado, primero que todo, debe adecuar las carreteras, calles y avenidas para que sean todas, sin excepción, transitables en horas de la noche y hasta cuando esté lloviendo. Todos sabemos el riesgo que representa andar por algunas avenidas. Para nadie es un secreto que a veces las vías se pierden porque no tienen señalización, lo que también pone en riesgo a los conductores.
Pero hay un factor aún más importante. La falta de educación o de una cultura de respeto es evidente en nuestras carreteras, pues encontramos conductores que sólo manejan con las luces altas aunque ello implique poner en riesgo a los demás. Aquí, por supuesto, entra en juego la falta de un régimen de consecuencia.
Quizá no sea necesario prohibir estas luces, por lo menos mientras nuestras carreteras estén en malas condiciones, lo que debería hacerse es poner a las autoridades a aplicar la ley que crea el Intrant, incluyendo sus más de 20 reglamentos en proceso.
Además, la resolución otorga un plazo de 15 días para el cambio y eso tampoco tiene lógica. El Estado también permitió la importación de esas luces y se supone que debe dar un plazo mayor para su sustitución y resarcimiento. Ya el Estado cobró los impuestos.
¿Quién resarce la inversión millonaria de los empresarios? ¿El Estado? ¿Vamos a hacer un espectáculo de pasarle con rodillos por encima?