Los organismos de regulación de diversos sectores económicos de la República Dominicana por lo general tardan en actuar o simplemente no actúan ante la presencia de problemas que pudieran afectar a una parte de la población. Eso ocurre en diversas áreas, pero una de las más sensibles es la del sector financiero, pues hace poquito más de una década, el país fue afectado por una severa quiebra bancaria que todavía estamos pagando todos dominicanos, especialmente los más pobres.
Por eso ha causado nerviosismo y preocupación de algunos sectores de la sociedad la quiebra del Banco de Ahorro y Crédito Peravia, que fue intervenido por la Superintendencia de Bancos cuando su situación de crisis tocó fondo y no en los momentos en que comenzó a presentar problemas. ¿Resultado? Cientos de ahorristas embarcados, sus accionistas principales fuera del país y sin cargos judiciales y el Estado que tendrá que pagar de una forma u otra por esta falta.
Por eso los ciudadanos deben fijarse muy bien adónde invierten su dinero, pues es triste enterarse que la entidad financiera en la que se ha confiado de la noche a la mañana cierra sus puertas sin que ninguna autoridad estatal de la cara por los afectados.
Pero ustedes se preguntarán cómo enterarse de que una entidad financiera marcha bien o mal, si el ente regulador no informa y en ocasiones hasta encubre a los posibles malos manejadores de determinadas organizaciones. En eso tienen razón, pero existen algunas claves para darse cuenta.
Lo primero es que en el sector privado, cuando una entidad ofrece tasas de interés por encima del promedio del sistema, es sospechoso. No así cuando son entidades del Estado, porque ya el Banco Central y el Ministerio de Hacienda, que son de clasificación “A” y tienen riesgos mínimos, ofrecen tasas más altas para colocar con más facilidad sus ofertas de bonos y certificados.
Otra guía que puede ser observada para saber adónde invertir y adónde no invertir su dinero es dando seguimiento a la distribución que hacen las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) de los fondos de los trabajadores bajo su administración.
En la Superintendencia de Pensiones (Sipen) opera un órgano que se llama Comisión Calificadora de Riesgos y Límites de Inversión (CCRLI), integrada por representantes de la propia Sipen, del Banco Central, la Superintendencia de Bancos, la Superintendencia de Seguros, la Superintendencia de Valores y una persona en nombre de los afiliados del sistema.
Esa Comisión es la que le indica a las AFP cuáles son los instrumentos en los que pueden invertir los fondos de pensiones. Cada tres meses la Sipen emite un informe estadístico donde presentan los montos invertidos por las AFP y las entidades financieras y empresariales en donde se han destinado esos fondos.
Al observar en cuáles entidades están depositados los fondos de pensiones, usted puede guiarse y hacer lo mismo con sus ahorros, siempre tomando en cuenta que donde no están invertidos esos recursos, usted tampoco debe invertir los suyos.
Por ejemplo, las AFP nunca invirtieron fondos de pensiones en el Banco Peravia, lo cual indica que ese banco no fue bien calificado por la CCRLI de la Sipen.
Otro ejemplo, hace siete años las AFP tenían inversiones en 12 asociaciones de ahorros y préstamos del país. Actualmente sólo tienen inversiones en tres de esas entidades mutualistas.
Lo mismo ocurre con los bancos de ahorro y crédito, en donde hace siete años las AFP tenían depositados fondos de pensiones en seis de esas entidades y ahora sólo están invirtiendo en dos.
De acuerdo con esos boletines trimestrales de la Sipen, las AFP tiene depositados los fondos de pensiones en un 48.6% en el Banco Central, otro 18.6% en bonos del Ministerio de Hacienda, 27% en bancos comerciales, dentro de los cuales, el 9.6% está en el estatal Banco de Reservas.
Lo anterior indica que alrededor del 77% de los fondos de pensiones están invertidos en instrumentos emitidos por entidades del Estado. Eso da una idea de adónde usted debe invertir sus ahorros para evitar los efectos negativos de una inesperada pero ¿conocida? Quiebra bancaria.