Se le atribuye al economista Joseph Stiglitz haber afirmado que las administradoras de fondos de pensiones (AFP) son una estafa, y que ese sistema “genera poca cobertura, mala seguridad en la jubilación y valores mínimos de pensiones”. Aún más, Stiglitz señala que el único que gana con este modelo es el sistema financiero, pues administra una gran cantidad de recursos a bajo costo.
Pero si eso piensa este brillante economista que puede entenderlo todo con relación a los sistemas pensionales, imagínense lo que pueden pensar los informales, los que tienen bajos salarios y poca educación, o los que ya están viejos y no tuvieron tiempo de acumular y ser favorecidos con una pensión.
Según el Panorama de las Pensiones en América Latina y el Caribe (2015), 64 de cada 100 trabajadores asalariados contribuyen a un plan de pensiones en la región, mientras que solo lo hacen 17 de cada 100 trabajadores por cuenta propia. Así también, se plantea que en las empresas grandes con más de 50 trabajadores, el 71% de los empleados contribuyen, en comparación con el 51% en las empresas medianas y el 24% en las pequeñas. Se resume que en casi todos los sistemas de pensiones existen historiales incompletos de cotización que conducen a derechos de pensión más bajos, y también inelegibilidad, aumentando la vulnerabilidad de los trabajadores frente a los riesgos de pobreza.
El problema de los sistemas pensionales es que se vendieron como la panacea para resolver los temas vinculados al retiro de los trabajadores una vez terminara su vida laboral. La mayoría de los países compraron el cuento y pasaron de un “sistema público de pensiones por reparto a un sistema de cuentas individuales de administración privada orientadas principalmente a resolver el problema de la sostenibilidad financiera a largo plazo”. Hoy en día, se tiene mucho dinero en los fondos de pensiones y poca esperanza de tener una pensión digna, si es que la vida alcanza para ello.
En el caso del sistema de pensiones de República Dominicana, este establece que los trabajadores que hayan contribuido 30 –largos- años pueden retirarse a los 60 y son elegibles para la “pensión mínima”.
Y miren qué chulería: “La pensión mínima del régimen contributivo equivale al salario mínimo legal más bajo en el país, aproximadamente un 44% del salario promedio cotizable”. Mientras tanto, las AFP se llevan alrededor de RD$7,000,000 millones anuales en ganancias, según algunas estimaciones. No soy de apellido Stiglitz, pero cuánto estamos coincidiendo con su aseveración.