Los días 21 y 22 de este mes, el Malecón de Santo Domingo acogió la quinta edición de Bocao Food Fest, un escenario gastronómico, cuya idea y propuesta original era juntar a restaurantes (formales e informales), principalmente conocidos como “food trucks”, para que ofrezcan sus platos a los comensales o clientes en un ambiente de feria. El primero se realizó en 2015. A partir de ahí la historia ha sido de éxitos. Cada año crece el número de negocios participantes y de visitantes.
La celebración de esta actividad, en principio motivada como negocio, tiene diversas lecturas. Lo primero que se identifica es que Santo Domingo, que al mismo tiempo es la principal ciudad de la región, está cambiando. Hoy, sin duda, es más moderna e integrada a un mundo globalizado y exigente de propuestas innovadoras. Todo indica, también, que ha sabido abrir sus espacios de esparcimiento para que los capitaleños y todo el que así lo desee, disfrute en familia de los atractivos que ofrece Santo Domingo.
Bocao Food Fest, sin lugar a duda, es una oportunidad que debe ser acogida como una propuesta de ciudad, pues aquí se conjugan elementos culturales, sociales, de negocios, familias y turísticos. Habrá que ver las próximas propuestas de Bocao Food Fest integrando elementos propios de la dominicanidad fusionados con la riqueza de otros países.
Este escenario ya debe ser promovido como una oferta complementaria de Santo Domingo. Bocao abre las puertas no sólo a los dominicanos, sino a turistas de diversas latitudes. Con su crecimiento, esta propuesta trasciende el espacio geográfico utilizado como punto de referencia.
El alcalde del Distrito Nacional, David Collado, que ha incluido en su discurso y propuesta de gobierno la necesidad de que los habitantes de Santo Domingo y todo el país no vivan de espaldas al mar, actuó correctamente al entender el significado de Bocao Food Fest para la ciudad. No puede haber otro mejor lugar que el Malecón, en la capital, para acoger, para celebrar, una fiesta gastronómica con estas características.
La presente gestión, a la que es justo reconocerle el trabajo y el esfuerzo que ha hecho para devolverle el Malecón a los capitaleños y a todo el país, ha dado un paso que habrá de valorarse en su justa medida al entender que actividades como Bocao democratizan los espacios públicos.
Ahora hay más razones para seguir restaurando y entregando a los capitaleños más espacios para disfrutar en familia. La celebración de Bocao tuvo una coincidencia especial este año. Entre sus mensajes estuvo el respeto por la naturaleza y todo el medio ambiente, justo en un lugar que recibió toneladas de desechos sólidos como resultado de la responsabilidad compartida entre ciudadanos, empresas y autoridades respecto al depósito de la basura.
Este tipo de eventos, además de servir para impulsar ideas emprendedoras e innovadoras, sirven como campo para masificar mensajes a tono con la necesidad de cuidar el entorno.
El cabildo de la capital, con un alcalde que ha sabido proyectar una imagen de cercanía con la gente y la ciudad, ha sido coherente una vez más con lo que predicó en los mensajes que convencieron a los votantes. Hacer que los munícipes vivan de frente al mar, que visiten el Malecón y disfruten de los espacios libres es una aspiración que ya es una realidad. Mantener esto, por supuesto, requiere del concurso de todos.