El más reciente informe de la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) arroja datos interesantes sobre el comportamiento del mercado laboral formal de República Dominicana, aunque no con muchas novedades.
El aspecto positivo es que durante los primeros seis meses de este año, en el país se generaron 53,158 nuevos empleos formales, de los cuales el 79% (42,0127) fueron registrados por empresas del sector privado. Ese dato es relevante, pues indica que sólo el 21% de los nuevos empleos este año fueron generados por el abultamiento de la nómina del Estado. En años anteriores promediaba el 30%.
La TSS indica que al cierre del primer semestre de este año en el país se registra un total de 2 millones 91,118 trabajadores formales, de los cuales 1 millón 485,147 (71%) son del sector privado. Como pueden apreciar, al agrupar los empleos totales, se observa que el 29% son del sector público.
Pero en realidad el Estado representa más del 29% del mercado laboral formal, ya que estas estadísticas de la TSS no incluyen los empleados públicos de instituciones como el Poder Judicial completo, así como el Poder Legislativo, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la Junta Central Electoral (JCE), el Ministerio de Defensa y la Policía Nacional.
Todas esas entidades tienen planes de seguridad social independientes de la Ley 87-01 y por eso no se registran como empleados cotizantes en la TSS.
Cuando se agrupa a esos miles de trabajadores de esas entidades, así como a una proporción importante de empleados de los ayuntamientos cuyos ediles no los están reportando en la TSS, veríamos que posiblemente el Estado representa más de 35% de los empleos formales del país.
Otro dato a resaltar es el que da cuenta de la formalización de 2,877 nuevas empresas durante los primeros seis meses de este año. De esa cantidad, el 81% son microempresas con capacidad de generar entre uno y 15 empleos máximo.
De hecho, 68,840 de las 82,430 empresas formalizadas registradas en la TSS, son microempresas. El resto, son empresas que generan más de 15 empleos, por lo que se clasifican entre pequeñas, medianas y grandes, pues hay algunas con capacidad de generar más de 5,000 empleos directos como unidades individuales.
La formalidad laboral es importante, pues hace que muchas empresas informales pasen a estar debidamente registradas y a pagar sus impuestos, además de que sus empleados entran a la protección social.
De acuerdo con las estadísticas de la TSS, durante el primer semestre de este año se registró en promedio 16 nuevas empresas por día, lo cual supera el promedio de 14 empresas diarias de los primeros seis meses del año 2017.
Además, se ha avanzado en los niveles de remuneración de los empleados. Hace apenas cuatro años el 46% de los empleados formales devengaba salarios por debajo de los RD$10,000 mensuales.
Sin embargo, esa tendencia ha cambiado, al 30 de junio de este año, sólo el 32.2% de los empleados formales devenga salarios por debajo de RD$10,000 mensuales.
Pero esa noticia no es tan positiva si se toma en cuenta que el poder adquisitivo de los dominicanos sigue siendo muy bajo, debido a que el nivel de ingresos mínimos que debería percibir un trabajador podría ubicarse en los RD$25,000 mensuales.
Pero resulta que en República Dominicana, de acuerdo con los registros de la TSS, solo el 21.6% de los trabajadores formales devenga salarios por encima de los RD$25,000 mensuales.
Dicho de otra forma, en este país el 78.4%, casi cuatro de cada cinco trabajadores formales, tiene sueldos por debajo de los RD$25,000 mensuales. Ese bajo nivel de ingresos los descalifica para acceder a préstamos bancarios para la adquisición de viviendas, uno de los principales anhelos de los trabajadores.
Los bajos niveles salariales son una de las razones por las que muchos trabajadores, calificados o no, prefieren trabajar en la informalidad, pues aunque no tienen seguridad social garantizada, se agencian niveles de ingresos por encima de los insuficientes RD$25,000 mensuales a que está sometida casi el 80% de la fuerza laboral formal del país.
Con esos indicadores, habría que ver cuáles son los temas a incluir en la propuesta de modificación del Código de Trabajo.