La gestión de Danilo Medina anunció una megaobra para Los Alcarrizos: una línea del Teleférico Santo Domingo que comunique ese gran municipio con el Distrito Nacional, como parte de un proyecto que conllevará una inversión de más de RD$8,000 millones.
Pero faltó un debate con expertos que dejara claro si un teleférico es una obra urbanísticamente correcta para la entrada de la ciudad. Ya tenemos el penoso ejemplo del sector Villa Mella, con los elevados del Metro de Santo Domingo que arruinan la parte urbanística de la principal entrada al municipio Santo Domingo Norte o el de los elevados de la Duarte con París.
Algunas voces técnicas pregonan que los teleféricos son propicios para zonas de difícil acceso, con terrenos accidentados o ríos de por medio, como ocurre en una buena parte de la primera línea del de Santo Domingo. Pero, ¿son las mismas condiciones en la entrada norte del Distrito Nacional? Los gobiernos deben aprender a debatir con los técnicos. Es más sano invertir el dinero de los contribuyentes con una conciencia más clara.
Una línea del Metro soterrada puede ser la mejor solución para Los Alcarrizos, aunque se planifique a más largo plazo. Mientras, el Gobierno pudo mejorar la vialidad de la zona con una terminal, la terminación de la avenida que pasa por Los Rieles y que las gestiones del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) trazaron hace varios años.
Empezar el trazado de una marginal en la Autopista Duarte (ahora que hay menos negocios que mover que mañana) y mejorar la entrada en el Kilómetro 9 con una ampliación del puente que cruza sobre la Luperón.