Una de las principales características que tienen los seres humanos es la de justificar sus errores con base en la identificación de causas o personas adicionales, con lo que estarían buscando una razón que les exonere de responsabilidad sobre algo que pudieron hacer mejor.
Esos argumentos podrían ser válidos en determinadas circunstancias, pero nunca cuando se trata de justificar el fracaso de un proceso que va originalmente en beneficio del sujeto que intenta exponer la justificación.
Por ejemplo, conozco casos de personas que estudian en la universidad, llevan cuatro años o más cursando asignaturas, completan el pensum y al final, cuando sólo falta hacer el monográfico o la tesis para graduarse, se retiran porque encontraron algún obstáculo como una calificación sin publicar o un trámite adicional que le reclamaron.
En esas circunstancias, ese estudiante está perdiendo la oportunidad de convertirse en un profesional titulado debido a una traba que no representa ni el 0.01% de todo el proceso y camino recorridos en los últimos cuatro o cinco años de estudios. Eso sin contar los doce años de primaria, intermedia y secundaria.
Al cabo de unos años, cuando le preguntas si ya se graduó, te dice que no porque tuvo unos problemitas con una materia y se disgustó y dejó ese proceso. Es decir, dejó perdidos varios años de su vida académica por un “pique” con una universidad que de seguro tiene 30, 40 ó muchos más años de existencia y seguirá existiendo independientemente de que ese estudiante se haya graduado o no.
También está el trabajador que va a con su jefe a pedirle un aumento. Cuando el jefe le pregunta sobre sus argumentos el empleado comete el error de decir que es porque otros trabajadores, con menos experiencia, tiempo y esfuerzo que él, posiblemente están ganando más dinero.
Ese argumento es equivocado y descarta al empleado para conseguir el aumento. En cambio, si su argumento se centra en sí mismo, expresando a su jefe lo que aporta a la empresa con su experiencia, dedicación y entrega, así como sus propias necesidades e interés de seguir comprometido con su trabajo, sin hacer referencia a los demás compañeros trabajadores, es posible que el jefe considere sus argumentos para recomendarle un aumento salarial, pues ha hablado de su valor para la empresa y no de lo que la empresa valora en otros.
Ese tipo de comportamiento, en que se trata de justificar una deficiencia haciendo referencia a otros, no es adecuado y siempre afecta más a quien lo asume como método de excusa. Hay personas que son muy buenas para explicar por qué dejaron de hacer tal o cual cosa, aunque eso sea para beneficiarle, lo cual termina perjudicándole.
De esa forma no es posible desarrollarse y mucho menos tener la oportunidad de ayudar a los demás. Lo ideal es que usted haga un esfuerzo por progresar, por superarse y al obtener su propia superación, tendrá los recursos, las fuerzas y los buenos deseos para ayudar a otros a alcanzar buenos objetivos.
Nunca se sacrifique ni deje de hacer algo positivo para su beneficio a causa de la influencia directa o indirecta de otras personas o circunstancias.
Los que han viajado al exterior han visto que antes de despegar el avión, presentan un video o una explicación hablada con las orientaciones sobre qué hacer en caso de emergencia. Hay una parte donde se habla de las máscaras de oxígeno y le dicen: “primero colóquese usted su máscara y luego ayude a otras personas a hacer lo mismo”.
Esa exhortación debería ser aplicada por las personas en su vida diaria, no sólo en una situación de emergencia. Si analizamos bien ese razonamiento llegaremos a la conclusión de que no existe nada más lógico: es necesario que usted esté en buenas condiciones para poder acondicionar a otros, es necesario que usted sea fuerte para poder reforzar a otros, es necesario que usted acumule riquezas para poder compartirla con otros.
En resumidas cuentas, cada persona debe esforzarse por alcanzar sus objetivos, llegar a la meta que se ha trazado y en lo adelante tendrá la posibilidad de expresar su solidaridad con su ayuda a los demás.