El 5 de junio de cada año se conmemora el Día Internacional del Medio Ambiente. Decenas de instituciones, tanto gubernamentales como empresariales, se unen a esta conmemoración resaltando los aportes que cada una ha realizado a esta causa y ratificando su compromiso con la misma.
Entiendo que la orientación de todo este movimiento está directamente vinculada con la preservación de la Tierra, los seres vivientes en ella y todos sus recursos naturales.
Existen varios sectores que focalizan sus esfuerzos y su visión de negocios en ofrecer soluciones que contribuyen a la preservación y administración adecuadas de los recursos naturales, entre ellos el sector de las energías renovables. En este sector existen varias soluciones con distintos desarrollos tecnológicos de gran impacto y con aplicaciones diversas que contribuyen a generar fuentes no tradicionales para la obtención y generación de energía.
Existen varias fuentes de energía renovables, como son:
- Energía mareomotriz (mareas)
- Energía hidráulica (embalses)
- Energía eólica (viento)
- Energía solar (Sol)
- Energía de la biomasa (vegetación)
Las distintas soluciones mencionadas anteriormente tienen aplicativos distintos y capacidad diversa. Así como también ocupan un importante espacio de contribución energética a la matriz de generación eléctrica global como es el caso de la energía solar o fotovoltaica.
En una publicación de Bloomberg a inicio de año se destacó que la energía solar fotovoltaica agregó más capacidad de generación eléctrica que los combustibles fósiles en el año 2017.
El sector de la energía solar añadió 98 GW, más que cualquier otra fuente de energía.
Aunque Alemania es la pionera del desarrollo de tecnología Fotovoltaica por su inversión en I+D; China lidera con más de la mitad de la nueva capacidad solar del mundo. Para 2017 la inversión mundial en energía solar aumentó 18% a US$160.800 millones.
El mundo instaló un récord de 98 gigavatios (GW) de nueva capacidad solar, un aporte más alto que el de las otras tecnologías. Las otras fuentes renovables añadieron 59 GW en conjunto, las plantas de carbón 35 GW, las de gas 38 GW, las de petróleo 3GW y la energía nuclear contribuyó con 11GW de capacidad de generación.
La energía solar también atrajo mucha más inversión: US$160.8 mil millones, es decir 18% más en comparación con el año anterior, y más que cualquier otra tecnología. Recibió 57% de la inversión total del año para todas las energías renovables, excluyendo las grandes hidroeléctricas -US$279.8 mil millones- y obtuvo más inversiones para nueva capacidad de generación que el carbón y el gas, con un estimado de US$ 103 mil millones.
La fuerza impulsora detrás de la oleada de inversión solar del año pasado fue China, que agregó 53 gigavatios -más de la mitad del total mundial- e invirtió US$86.5 mil millones, un aumento de 58% con relación al año anterior.
El informe “Tendencias globales en la inversión en energías renovables 2018”, publicado por ONU Medio Ambiente, su centro de colaboración con la Escuela de Fráncfort y Bloomberg New Energy Finance, revela que los costos decrecientes de la electricidad solar y en cierta medida de la energía eólica continúan impulsando el aumento en las inversiones.
El año pasado fue el octavo consecutivo en que la inversión mundial en energías renovables excedió los US$200 mil millones. Desde 2004, el mundo ha invertido US$2.9 billones en estas fuentes de energía.