El factoraje (también conocido como el descuento de facturas, y factoring en el idioma inglés) es un método de financiamiento muy comúnmente utilizado en el comercio internacional, y también en República Dominicana. El factoraje consiste en que una empresa (el cedente) hace una cesión de crédito de una o más deudas o facturas pendientes de cobro (el deudor) a favor de una entidad financiera como un banco (el factor).
A cambio de la cesión, el factor le paga al cedente un monto, el cual típicamente es un monto descontado de la factura cedida (por ejemplo, el 90% del monto de la factura). A su vez, el factor se encarga de la gestión de cobro de la factura, asumiendo ese riesgo de cobranza.
El factoraje permite a la empresa cedente obtener liquidez inmediata mediante la venta de sus facturas. De esta forma, la cedente no tiene que esperar hasta que se produzca el pago de la factura, típicamente a los 60 o 90 días, sino que cuenta con capital de trabajo de manera inmediata, a cambio del descuento que le otorga al factor. Por igual, el costo asumido por el cedente (el descuento sobre el valor nominal de la factura) no es deuda financiera sujeta a pago de intereses.
Una novedosa modalidad de factoraje que ha sido desarrollada es el factoraje al inverso, o el reverse factoring en inglés. En esta modalidad, la empresa compradora matriz persigue otorgarle mayores niveles de liquidez a los suplidores de ésta, en vez de perseguir obtener liquidez para sí misma.
En el factoraje al inverso, el deudor suele ser una empresa grande que cuenta con una gran cantidad de suplidores (los cedentes). En este caso, es el deudor –la empresa grande– que le solicita al factor comprarle las facturas emitidas por sus suplidores. Para el factor, esto tiene la ventaja que solo tiene que realizar el análisis de riesgo de crédito respecto a un deudor, la empresa grande.
Para el deudor, esta modalidad tiene la gran ventaja de que permite que sus suplidores se mantengan capitalizados, y, por ende, pueden continuar produciendo los insumos que requiere para sus operaciones. Para los suplidores, los cedentes en este caso, este ejercicio tiene la misma ventaja que el factoraje normal, ya que reciben liquidez inmediata de sus facturas, lo que les otorga mayor capital de trabajo.
El factoraje al inverso es una herramienta de manejo de flujo de capitales que le abre interesantes oportunidades a una compañía y a las otras empresas que conjuntamente representan su cadena de suplidores.