A pesar del freno que impusieron la naturaleza y el cambio de política gubernamental en Estados Unidos, la llegada de visitantes de esa nación a Cuba se sobre-duplicó el pasado 2017, en relación con el año 2016.
De hecho, desde que en 2014 el gobierno de Barack Obama anunció la flexibilización de las restricciones norteamericanas a Cuba, las visitas de turistas estadounidenses a esa nación se mantuvieron en constante y acelerado crecimiento. Ese mismo año Cuba recibió 92,325 turistas de Estados Unidos, en 2015 casi se duplicó hasta los 161,972.
Para el año 2016 los estadounidenses que visitaron a Cuba sumaron 284,552 y el año pasado alcanzaron la cifra sin precedentes de 619,523 turistas de esa nación del norte.
Pero desde finales del año pasado hubo algunos reveses como los efectos del huracán Irma, que provocó daños en esa nación del Caribe e hizo que muchos visitantes que tenían planeado ir a Cuba cambiaran de parecer.
A eso se agrega el hecho de que el presidente Donald Trump ha decidido aplicar medidas distintas a las de Obama en Estados Unidos.
En septiembre de 2017 el gobierno de Trump emitió una advertencia sobre los viajes de sus ciudadanos a Cuba, debido a una serie de supuestos problemas de salud entre diplomáticos de esa nación acreditados en La Habana, capital cubana. A eso se agregan las normas de viaje más estrictas aplicadas desde noviembre.
Esos factores (el del huracán Irma y las medidas de Trump) provocaron que solamente en el mes de diciembre del año pasado la llegada de turistas de Estados Unidos a Cuba sufriera una caída de 30%, una tendencia negativa que continuó en los primeros dos meses de este año.
Pero aún con los reveses de finales del año pasado, Cuba registró un incremento en la llegada total de turistas de 17% al pasar de 4,035,577 en 2016 a 4,721,626 visitantes en 2017, lo cual, en términos relativos supera por mucho el crecimiento de apenas 3.8% que registró República Dominicana en la llegada de turistas durante el año pasado (6,187,542 visitantes extranjeros y nacionales no residentes) frente a los 5,959,347 llegados en 2016.
Pero a ese dato hay que agregar el que más puede llamar la atención de los lectores, pues no solo es el hecho de que la llegada de turistas a Cuba crece relativamente mucho más que la llegada de turistas a República Dominicana; sino, además, que Cuba nos está pisando los talones en la captación de los visitantes que marcan nuestra diferencia de superación ante ellos: los turistas de Estados Unidos.
Si se fijan, alrededor del 40% de los turistas que visitan a República Dominicana proviene de Estados Unidos, un promedio de 2 millones de visitantes. En tanto que para Cuba, los visitantes de Estados Unidos no son determinantes, pues el bloqueo de esa nación ha hecho que siempre fueran escasos esos potenciales vacacionistas.
Sin embargo, resulta que el año pasado fueron precisamente los turistas de Estados Unidos los que marcaron la diferencia en Cuba y le permitieron alcanzar ese crecimiento de 17%.
Esto así, porque en 2017 Cuba recibió 619,523 turistas de Estados Unidos, para un aumento de 118% en comparación con los 284,552 que le visitaron en 2016. Pero además, esa cantidad es seis veces más que los 92,325 turistas de la nación del norte que decidieron vacacionar en la isla más grande de Las Antillas.
Mientras el turismo de Estados Unidos a Cuba se sobre duplicó el año pasado, resulta que en República Dominicana sufrió una notable baja. En 2017 llegaron 2,073,963 turistas de Estados Unidos, para una baja de -0.5% en comparación con los 2,085,186 llegados en 2016.
Se pudiera decir que una caída de -0.5% no es significativa, pero resulta que sí lo es, si tomamos en cuenta que el principal competidor de la región en materia turística, a pesar de las restricciones de Estados Unidos, logró sobre duplicar la cantidad de visitantes.
Desde el año 2014 República Dominicana ha debido prestar atención a esa tendencia, pero no lo ha hecho, porque aquí todo se deja para última hora. Sigamos esperando, a ver qué pasa.