La banca digital es la transición del modelo tradicional de la banca al uso de la internet como fuente principal para ofrecer servicios financieros. La banca virtual ofrece numerosas ventajas, tanto para el banco como para el cliente, tales como realizar transacciones más rápidas y convenientes para el usuario final.
La transformación digital de la banca a nivel internacional ha sido gradual y es más entendible explicarlo desde un punto de vista global.
La digitalización de los servicios financieros requiere altos niveles de automatización y de servicios en línea que podría incluir APIs (Interfaces de programación de aplicaciones) de forma de habilitar servicios entre diferentes bancos. La banca virtual permite que los usuarios accedan a información financiera a través de computadoras, móviles y cajeros automáticos.
Un banco digital se basa en un proceso virtual que engloba el online banking y otros servicios más sofisticados que una mera transacción financiera. Esto último es un servicio integral que incluye tanto la información que los clientes pueden visualizar, como los datos que solo son accesibles para los banqueros (y el software que conecta o hace la función de intermediación de cualquier información procesada a nivel virtual).
Básicamente, una entidad financiera virtual ofrece todos los servicios o funciones de una sucursal bancaria con presencia física.
La razón por la cual un banco digital va más allá que un móvil o una plataforma en línea es porque incluye middleware solutions (lógica de intercambio de información entre aplicaciones). Middleware es un software que conecta sistemas operativos o bases de datos con otras aplicaciones.
Por supuesto, que los departamentos financieros, tales como riesgo, desarrollo de productos y mercadeo, deben estar incluidos para ser considerado un banco virtual operativo.