El gobernador del Banco Central de República Dominicana ha anunciado que la economía del país creció un 6.7% durante los primeros dos meses de este 2018, expandiéndose el PIB un 7.0% en enero y un 6.3% en febrero. Esos datos son alentadores y pronostican un fuerte crecimiento para el país durante el primer trimestre y, por vía de consecuencia, para lo que resta del año. Las informaciones ofrecidas por el Banco Central son indiscutibles desde el punto de vista de la metodología aplicada, y también en función de que ningún otro organismo realiza esa medición.
Sin embargo, disparando desde determinados litorales empresariales, se cuestiona la veracidad del crecimiento de la economía, básicamente amparados en la pérdida de empleos que se registra, según sus argumentos, durante los últimos 10 años, en la industria manufacturera local. En efecto, según la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y la Provincia Santo Domingo, la industria local ha perdido alrededor de 77,000 empleos en la última década, lo que se revela como preocupante pues es uno de los sectores que mayor valor agrega a la economía.
Obviamente, estamos analizando períodos diferentes de crecimiento económico y pérdida de empleos, aunque el análisis es válido si se toma también en consideración que durante el período 2012-2017, a decir de la AEIH, el PIB dominicano se expandió un 25.2% de forma acumulada, pero con pocos efectos en la generación de empleos.
Lo que se deduce de los datos anteriores es que las economías a nivel mundial han cambiado, y que la de República Dominicana no es una excepción. La fórmula crecimiento y generación de empleos ya no es tan automática como cuando se dependía, básicamente, de la producción agropecuaria y de la industria. Otros sectores, tales como el comercio y los servicios, aunque dinámicos, no son tan activos en la creación de nuevos puestos de trabajo, pero representan una parte importante de la producción nacional.
El tema es complejo pues parece estarse dando un proceso de desindustrialización, como afirman algunos economistas. Pero también muchos industriales, buscando asegurar ganancias, se han movido hacia áreas de importación y abandonado de sus “viejos negocios”, cosa que también debe preocupar. Mientras encontramos la ecuación perfecta para que se recuperen los empleos perdidos en la industria local, saludemos el anuncio del Banco Central sobre el crecimiento de la economía dominicana durante estos dos meses.