El Gobierno de China aseguró este lunes que no es posible mantener negociaciones con Estados Unidos para evitar una guerra comercial entre las dos economías, debido a las amenazas de Washington en forma de aranceles.
“Bajo las actuales circunstancias es imposible emprender negociaciones comerciales y las fricciones son culpa de Estados Unidos”, destacó en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Geng Shuang.
“Estados Unidos por un lado utiliza las sanciones como amenaza y por otro dice querer iniciar negociaciones, pero no sabemos cuál es el verdadero motivo tras esto”, subrayó Geng, que insistió en que China responderá a las medidas proteccionistas de EEUU con las contramedidas que sean necesarias.
“Si EEUU anuncia finalmente nuevos aranceles por valor de 100,000 millones de dólares (como el presidente Donald Trump insinuó la semana pasada) inmediatamente adoptaremos contramedidas sin dudarlo”, declaró Geng.
El portavoz también advirtió de que “el pueblo chino siempre cumple sus promesas”. “Nadie debe infravalorar nuestra decisión a la hora de salvaguardar nuestros derechos e intereses legítimos”, añadió.
Geng señaló, por otra parte, que los primeros afectados por la posible guerra comercial han sido los valores de las Bolsas estadounidenses, uno de los motivos que adujo para pedir a Washington que “no malinterprete la situación y detenga sus medidas lo antes posible”.
Pekín y Washington parecen abocadas a una guerra comercial a raíz de que la Administración de Trump anunciara aranceles contra la importación de productos chinos por valor de 50,000 millones de dólares, como medida para compensar el déficit comercial crónico de EEUU con China.
El gigante asiático informó la semana pasada de la puesta en marcha de tarifas por un valor similar contra productos estadounidenses si EEUU materializaba las suyas, lo que fue respondido por Trump con la amenaza de aumentar los aranceles estadounidenses hasta los 150,000 millones de dólares.
Este domingo, el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, consideró que “podría haber” una guerra comercial entre Estados Unidos y China debido a las recientes amenazas arancelarias, pero aseguró que espera que no ocurra.
“No espero que haya una guerra comercial. Podría ser, pero no lo espero en absoluto”, dijo Mnuchin al ser entrevistado en el programa “Face the Nation” de la cadena CBS.
Los comentarios del secretario del Tesoro se producen después de que la Administración Trump dijera que estudia imponer 100,000 millones de dólares en aranceles a China, adicionales a los 50,000 millones ya anunciados a cientos de productos chinos.
Una medida que hizo que China respondiera con su propio paquete por la misma cantidad destinado a productos estadounidenses, incluidos automóviles.
Las amenazas han causado preocupación sobre una posible guerra comercial, aunque el presidente Donald Trump ha descartado esta posibilidad.
“El presidente (chino) Xi (Jinping) y yo siempre seremos amigos, pase lo que pase con nuestra disputa sobre el comercio. China eliminará sus barreras al comercio porque es lo correcto. Los impuestos se volverán recíprocos y se realizará un acuerdo sobre Propiedad Intelectual. ¡Gran futuro para ambos países!”, dijo hoy el magnate en su cuenta de Twitter.
Durante la semana, Trump ya había rechazado la posibilidad de una guerra comercial con el país asiático.
“No estamos en una guerra comercial con China, esa guerra se perdió hace muchos años por las personas tontas o incompetentes que representaban a los EE.UU.”, dijo.
“Ahora tenemos un déficit comercial de 500,000 millones al año, con robo de propiedad intelectual de otros 300,000 millones. ¡No podemos permitir que esto continúe!”, agregó.
Respecto a las consecuencias sobre la imposición de los aranceles, Mnuchin enfatizó que no cree que las medidas adoptadas por el Gobierno de Trump sobre el comercio tengan un “impacto significativo” en la economía estadounidense.
“Nuestro objetivo es el comercio libre y justo”, insistió, frente a las medidas proteccionistas crecientes que está tomando el Gobierno de Estados Unidos.