Los servicios financieros digitales están al alcance de todo el mundo, pero cada generación tiene sus propias particularidades en cuanto a la forma de usar los mismos.
Las aplicaciones de la banca móvil son las preferidas de los centennials (jóvenes nacidos a partir del 1997, menores de 18 años), mientras que las redes sociales influencian a la Generación Y o millennials (generación de personas que nacieron entre el principio de los ochenta hasta mitad de los noventa) en cuanto a cambiar de entidades financieras y, finalmente, la Generación X (personas nacidas tras los Baby Boomers) prefieren utilizar el internet banking para gestionar sus transacciones del día a día. La forma preferida de realizar transacciones financieras para los Baby Boomers (generación posterior a la Segunda Guerra Mundial) es presencialmente en la sucursal bancaria.
La “generación de Instagram y Snapchat”. Esta es otra de las formas de llamar a la Generación Z, compuesta por aquellos que actualmente no superan la mayoría de edad. Con una tasa de atención de ocho segundos y un profundo interés por lo visual, los ‘centennials’ han sustituido las redes sociales como Facebook o Twitter y se alejan de ciertas formas de comunicación. Son reacios a usar correos electrónicos, ellos prefieren comunicarse al instante a través de mensajes en tiempo real.
Más entrados en edad, los ‘millennials’ (Generación Y) también son partidarios de la banca digital, pero es un error categorizarlos en el mismo segmento que a los ‘centennials’. Una de las características principales de los ‘millennials’ es que no soportan que los bancos sean incapaces de resolver adecuadamente sus problemas. Los millennials son muy propensos a usar apps y a comunicarse a través de las redes sociales.