Los japoneses tienen un lema que dice: “Desconocer una verdad me hace esclavo de la mentira”. Y en nuestra cultura tenemos muchas mentiras que arrastramos creyéndonos que nos las estamos comiendo. También tienen una máxima mortal que dice que “tarde o temprano la disciplina vence la inteligencia”, lo nos lleva a afirmar que los japoneses, que han logrado un gran desarrollo y son de los países con el mayor ingreso per cápita, no son más inteligentes que los dominicanos, simplemente son disciplinados.
Uno de los mejores ejemplos lo tenemos en nuestra empresa Seguros Reservas, la que dignamente dirigimos junto con un grupo de valiosos compañeros. En nuestras estadísticas de reclamaciones de vehículos de más de 50 mil reclamaciones procesadas en el 2017, donde pagamos más de RD$2,000 millones, más del 75% de las mismas fueron producida por errores humanos. Estos errores bien pudieron ser por negligencia, violación a la ley, imprudencia, prepotencia o defecto en el diseño de las vías…, pero todo tiene un sello único: la falta de disciplina social.
Fíjense bien, querido lectores, que si sumamos todo el mercado de donde vienen las pérdidas, nos daremos cuenta de que por falta de disciplina social, estamos perdiendo muchos recursos, y además estamos produciendo muchos problemas a las familias, como son los más de 20 mil jóvenes que quedan discapacitados, convirtiéndose en carga para la familia y el Estado.
Si algo define a un país, es la forma en que se comportan en el tránsito sus ciudadanos. Y los dominicanos, que somos muy inteligentes y avezados, conducimos nuestros vehículos como si no compartiéramos con otros las vías; sin reglas, sin orden. Violamos la señal de pare, conducimos en vía contraria, nos paramos en cualquier lugar, parqueamos como nos dé la gana, cerramos el paso, nos robamos los turnos, pisamos las líneas de los peatones, dañamos las áreas verdes, no usamos el cinturón de seguridad, contestamos teléfonos y chats, nos maquillamos mientras conducimos… Y todas estas violaciones son la causa de más del 75% de los accidentes y pérdidas, que podríamos resumir en la falta de disciplina.
Juan Bosch conocía muy bien las consecuencias históricas de la falta de disciplina en los dominicanos, y es por ello que impone en el programa de formación de militante tres folletos de organización y disciplina que venían a fortalecer los métodos de trabajo, y la base teórica de los métodos de trabajo. Una de las consecuencias fatales en la problemática del partido es, precisamente, haber olvidado esta parte del boschismo, y no llevar esta práctica al gobierno.
Hagan un análisis simple de nuestra vida y comportamiento, y podrán darse cuenta, que muchos de los escollos sociales y particulares que impiden avanzar más rápido, por falta de calidad en general, vienen por la carencia de disciplina. Por lo que deberíamos ir pensando en romper todos los paradigmas que tenemos en nuestras creencias y comportamientos, y diseñar las estrategias que nos impulsarán por mejores caminos para conquistar el desarrollo integral. Pero debemos imponer el orden, la ley, y aplicar consecuencias a quienes impiden el buen comportamiento.