Su raudal recibe a Los Tablones, Los Guanos y el Arraiján en La Ciénaga de Manabao. Cantador y cristalino, el Yaque del Norte saluda a sus primeros afluentes en su recorrido de 308 kilómetros por montañas y valles erosionados por la deforestación.
Los campos agrícolas e industrias agregan químicos a su cauce. Los barrios de ciudades, como Santiago de los Caballeros, suman desperdicios y aguas residuales que hieren de muerte todo su desplazamiento hacia la Línea Noroeste, a la que reverdece antes de dormir —disminuido y turbio— en la Bahía de Montecristi, la puerta que abre para rendirse al Océano Atlántico.
El caudaloso río, que nace en los predios del Piquito del Yaque, cerca de Agüita Fría, recibe afluentes importantes, como el Jimenoa, el cual también se ve disminuido a causa de la deforestación y la sobreexplotación agrícola, sobre todo en la zona de su nacimiento, en Loma de Josafá, ubicada entre Jarabacoa y Constanza.
“En Santiago el deterioro del río se complica, todo lo que trae de la cuenca alta se asocia a la presencia de la bacteria E. coli y se duplica su contaminación”, afirma Reynaldo Peguero, director del Plan Estratégico Santiago (PES) 2020, quien confía en que el manejo de las aguas servidas de la ciudad mejore a partir de la aplicación del Decreto 57-18, con el que el Gobierno declara de “alta prioridad nacional la rehabilitación, saneamiento, preservación y uso sostenible de toda la cuenca del Yaque del Norte”.
El PES 2020 recoge estudios ambientales que, aunque realizados en 2009, sirven para entender la problemática: señalan que al pasar por la ciudad de Santiago las aguas del Yaque del Norte aumentan su turbidez en un 745% (de 11 a 93 UTN), el nitrógeno total en un 233% (de 0.30 a 1.0 mg/l), el fósforo en un 209% (de 1.10 a 3.40 mg/l) y el amonio en un 682% (de 0.28 a 2.19 mg/l).
Peguero afirma que, en la actualidad, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) “prácticamente recolecta, no significa que trata, el 80% de toda el agua residual y trata el 38%”.
Además, que, “con una intervención que está aprobada y ya arrancó en el sector Villa María, se elevará el tratamiento del 40% casi al 80%; ya esas obras se están haciendo, porque la planta de Santiago tiene la capacidad de tratar toda el agua residual de la ciudad y está subutilizada en un 40%”.
Para ofrecer una idea asegura, por ejemplo, que el Gran Santo Domingo, solo colecta el 40% y trata el 20% de sus aguas residuales, una deficiencia en el manejo de su sistema alcantarillado con un gran impacto negativo en la salubridad de sus grandes ríos Ozama, Isabela y Haina, así como en la costa del mar Caribe.
El Ministerio de Medio Ambiente determinó un uso inadecuado del 41% del terreno de la cuenca (equivalente a 2,868.51 kilómetros cuadrados, de los cuales 1,143.83 kilómetros cuadrados (16.6%) son sobreutilizados y unos 1,724.68 kilómetros cuadrados (25.03%) subutilizados. “En cambio la superficie de tierra bajo uso adecuado cubre una superficie de 3,841.90 kilómetros cuadrados, equivalente al 55.75%”, señala un documento oficial.
La dependencia explica que para determinar los terrenos en conflictos de usos realizó la superposición de los mapas de Uso y Cobertura 2012 con el mapa de Capacidad Productiva de la Tierra (OEA, 1967) a través de los Sistemas de Información Geográfica.
De acuerdo al mapa de la OEA de 1967, el 57% de los suelos de la cuenca del Yaque del Norte son aptos para bosques, 8.67% para cultivos perennes de montaña y pastos, 14.01% para arroz y pastos y 20% para cultivos anuales intensivos.
Valor económico
El Decreto 57-18, dictado por el presidente Danilo Medina el pasado 30 de enero, pondera la importancia ambiental y económica de la cuenca para el desarrollo sostenible de República Dominicana. Resalta que el área que abarca territorios de las cordilleras Central y Septentrional permite almacenar unos 794.48 millones de metros cúbicos de agua, además de mantener una capacidad instalada para producir 170.6 MW de energía eléctrica.
La disposición involucra en su puesta en ejecución al Plan Sierra, un programa de aprovechamiento sostenible de los suelos de las montañas de San José de las Matas que en estos momentos impacta un área de 1,780 kilómetros cuadrados de poblados ubicados en la cuenca media del Yaque del Norte y que aportan el 75% de su caudal.
El ministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito resaltó la forma en que el Plan Sierra transforma las montañas de San José de las Matas. Recordó que la alianza público privada garantiza un modelo de desarrollo sostenible. “Es un camino largo en el que necesitamos todo su apoyo. Nadie ha dicho que será fácil, pero sin duda merecerá la pena”, sostuvo.
Con 7,053 kilómetros cuadrados, el Yaque del Norte conforma la cuenca más grande del país y la segunda de la isla, resalta el ecologista Eleuterio Martínez en uno de los ejemplares de la revista Verdor que edita la Academia de Ciencias de República Dominicana.
“La superficie de su cuenca cubre el 14.6% del territorio nacional y un 39.3% de la Cordillera Central”, afirma Martínez, quien sostiene que el área de influencia del Yaque del Norte colecta un caudal promedio de 82.43 metros cúbicos por segundo. Por sus predios discurren además las aguas de ríos como el Bao.
Plan estatal
“La conservación de nuestras aguas es clave en este momento de nuestra historia, no es algo que podamos eludir, es urgente y es vital, si no le ponemos atención ahora, si no actuamos de forma responsable y unimos esfuerzos en esta gran labor podremos enfrentar las peores dificultades en un período más cercano de lo que creen algunos”, advirtió el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, en el acto en el que el Gobierno anunció el plan de rescate de la cuenca Yaque del Norte.
“El Yaque es un pieza central para la producción, la salud y la vida de esta zona y nos comprometemos a preservarlos paras las futuras generaciones”, dijo el funcionario que representó al presidente Medina en la actividad que se llevó a cabo en Los Montones, San José de Las Matas, donde opera el Plan Sierra.
Montalvo anunció cuatro convenios del Gobierno con el sector privado, orientados a proteger los almacenamientos de agua, tanto natural como artificial, “con el objetivo de prevenir las inundaciones y manejar las sequías”.
En el acto, Fernando Capellán, presidente la Asociación para el Desarrollo (Apedi), propuso la conformación de una “junta de veedores” sociales que vigile las acciones a desarrollarse en la cuenca.
Capellán recordó que todo el Cibao mantiene la preocupación por el recurso agua y que Apedi propuso hace décadas la creación de un organismo autónomo para dirigir y controlar el desarrollo integral de la región y la cuenca que se denominaría “Corporación del Río Yaque del Norte”, un organismo estatal, con personería jurídica.
La comisión
La Comisión Presidencial para el Ordenamiento y Manejo de la Cuenca del Río Yaque del Norte, integrada por los sectores público y privado, tiene entre sus objetivos: “proteger y aumentar los almacenamientos de aguas naturales y artificiales; disminuir la contaminación y aumentar la eficiencia en su uso, tanto de agua potable como de irrigación, para mejorar su utilidad y aprovechamiento en el campo y en las áreas urbanas”.
La iniciativa compromete al empresariado
El Gobierno realizó, el pasado 31 de enero, un acto en Los Montones, San José de las Matas, para anunciar la conformación de la “Comisión Presidencial para el Ordenamiento y Manejo de la Cuenca del Río Yaque del Norte”. Gustavo Montalvo encabezó la ceremonia debido a que el presidente Danilo Medina estuvo ocupado en la mediación entre Nicolás Maduro y la oposición de Venezuela.
Al acto asistieron representantes del sector empresarial que respaldan las acciones para proteger la cuenca del Yaque. El 21 de febrero el presidente Medina juramentó en Santiago a los integrantes de la comisión creada mediante el Decreto 57-18, de la que forman parte los ministros Gustavo Montalvo, Francisco Domínguez Brito e Isidoro Santana, así como el alcalde Abel Martínez. También, Inmaculada Adames, del Plan Sierra; Manuel Grullón, de la Fundación Banco Popular; Luis Núñez, de la Asociación de Café Especial; Abelardo Estévez, de la Cooperativa San José, y Fernando Capellán, de la Asociación para el Desarrollo (Apedi).
Primera estocada
“El río Yaque era una cosa grande”, rememora Manuel de Jesús (Ney) Peralta, nacido hace 70 años en La Ciénaga. Recuerda que todo cambió a partir del huracán David, que impactó el país en 1979.
Desde que cruza el puente ubicado cerca de la Boca de los Ríos, el Yaque del Norte empieza a ser testigo de la presión desmedida del hombre sobre la naturaleza y, sobre todo, del descuido de las autoridades. Desde este punto queda atrás el bosque húmedo que cubre las áreas del nacimiento de sus primeros afluentes, en las que habitan especies como el higo, la guazara, la palma manacla, la guama, la campana, la pringamosa, el guayuyo, el yagrumo, el guayabo o el helecho macho.
La Ciénaga de Manabao pone a recorrer las aguas cristalinas por montañas cada vez más despobladas de sus pinares, impactadas por casas de veraneos de funcionarios y potentados que desplazan la vegetación de los cerros altos o de las mismas márgenes del río para crear ambientes con especies forestales introducidas. Las montañas ceden paso a plantaciones agrícolas, sobre todo de tayotas que, al suplantar bosques de pinos, dan así la primera gran estocada al Yaque del Norte.