Circe Almánzar, que lleva 12 años como vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Industrias (AIRD), se ha posicionado como una de las mujeres más influyentes de República Dominicana. Su trabajo ha sido reconocido en todos los niveles. Ha sido un ente útil, de aporte continuo, en procesos transcendentales de la vida social y económica del país. Ha sido partícipe activa de algunas de las decisiones de mayor impacto en el presente y futuro de los dominicanos.
Su experiencia le indica que la mujer crea equilibrio en la sociedad y en las empresas, que es un motor fundamental de crecimiento, de innovación. Destaca que las mujeres juegan un rol de primer orden en la educación de los ciudadanos, en la formación en el hogar, pero al mismo tiempo motorizando los cambios, sea como protagonistas o como empuje hacia ellos.
Almánzar ofreció una entrevista a elDinero, a propósito del Día Internacional de la Mujer, sobre su visión acerca del papel que juegan las mujeres en la sociedad, especialmente como sujetos económicos y de cambio.
¿Quién es o cómo se define Circe Almánzar?
Soy una mujer inquieta. Desde pequeña he querido ser diferente: amo mi país, quiero aportar a él. Soy amante de mi familia, de mis amigos. Me apasiona lo justo y la justicia. Me agradan las personas justas e inteligentes.
¿Qué significado tiene para usted la celebración del Día Internacional de la Mujer?
El Día Internacional de la Mujer es un símbolo. Refuerza en nosotros la importancia de lograr equidad e igualdad de condiciones entre mujeres y hombres.
¿Cómo pondera el papel que juega la mujer en la economía dominicana?
La mujer crea equilibrio en la sociedad y en las empresas. Es un motor fundamental de crecimiento, de innovación. Jugamos un rol de primer orden en la educación de los ciudadanos, en la formación en el hogar, pero al mismo tiempo motorizamos los cambios, sea como protagonistas o como empuje hacia ellos.
¿Cuáles variables considera usted importantes para que una mujer sea emprendedora?
El primer peldaño es atreverse. No tener miedo. Emprender las iniciativas. Luchar por superar barreras y prejuicios, a veces está dentro de las propias mujeres, generalmente dentro de los hombres.
En segundo lugar, pasión. Compromiso con sus nortes.
¿Siente usted que la sociedad dominicana aún estigmatiza a la mujer por su condición?
Aunque esto está cambiando, sí. Todavía hay mucha exclusión, todavía existen prejuicios que pesan sobre el modo en que somos valoradas y el modo en que nos valoramos a nosotras mismas. Hay muchos pasos que dar en nosotras mismas. A veces las mujeres nos abrumamos con tantos roles.
¿Cómo es su relación laboral en un sector en el que hay tantos hombres. Gana espacio la mujer?
No se acepta del todo que constituyen una ventaja los rasgos diferentes al hombre en el mundo laboral. Sin embargo, el hombre, en el sector industrial, respeta a la mujer que se inserta en este mundo. Lo he vivido, nunca he sentido una discriminación. A las mujeres yo les hago un llamado: no se trata de ir contra el hombre, sino de construir una situación diferente, en la que todos saldremos ganando. Para esto es necesario que no cedan en sus sueños, que se inserten muy activamente, incluso en lo gremial.
Ser exitosas, ser parte del círculo de las personas extraordinarias y de las profesionales y trabajadoras sobresalientes tiene un precio. Un precio que es mayor para la mujer, por sus múltiples roles. Un precio que se prolongará toda la vida, porque para nosotras no hay descanso en este batallar.
¿Podría mencionar una mujer modelo para usted y por qué?
Varias mujeres, pero una de modo especial: mi madre, Emilia Melgen. Siempre se atrevió a ser lo que se consideró llamada a ser. Es una mujer justa, con firmes convicciones. Valiente. Me enseñó a mirar a todo el mundo como igual, y a apreciar a la gente no por su condición económica o social, sino por su capacidad y honestidad. Otra mujer que ha impactado mi vida es Minerva Mirabal. Una mujer valiente, que dijo lo que pensaba y que practicó lo que pensaba. Margaret Thatcher: una mujer ama de casa, demostró que podía dominar la política y lo hizo con éxito.
¿Cuáles son, a su entender, las causas por las que hay agresiones físicas contra la mujer?
Las agresiones físicas se han incrementado porque las mujeres asumen su autonomía, ha dejado ver que puede, y eso choca con los prejuicios y convicciones de muchos hombres atrasados que entienden que la mujer no tiene esas cualidades. Esos conflictos se dan en la medida en que la mujer va superando barreras, tabúes.
¿Qué mensaje tiene usted para la mujer que se gradúa y busca entrar en el mercado laboral?
Muy simple: se puede. Se puede trabajar, se puede seguir superándose, se puede equilibrar entre roles profesionales, personales, familiares. Que no se desanime ni se abrume. Que con perseverancia y pasión se pueden lograr muchas cosas, pero sobre todo con integridad. Además, ser abiertas. El mundo laboral de hoy no siempre busca títulos, sino sobre todo competencias. Estudiar, analizar. Saber que podemos aprender todos los días y estar dispuestas a trabajar arduamente. En la medida en que adquiere experiencia y madurez, la mujer se da cuenta de que puede mejorar cada día y que necesita seguir aprendiendo todos los días.
¿Podría contarnos algo de su experiencia en una posición ejecutiva en la AIRD?
He aprendido mucho. He aportado todo lo que me ha sido posible. Me he fortalecido en un ambiente no solo rodeada de personas exitosas, sino también de muchos intereses en múltiples ocasiones encontrados y hasta en conflictos. Muchas trabas para los sectores productivos que hacen que uno sea paciente, prudente, pero firme, fuerte. La experiencia de formar equipo, de tomar decisiones (de no paralizarnos ante los problemas).
¿Qué anécdota (s) podría contar que la han marcado en su función actual?
Más que una anécdota se trata de un elemento que ha sido clave para mí: el contar con el apoyo de otras mujeres que nos hemos encontrado. La conformación de un grupo de amigas, seis mujeres que hemos dado apoyo al sector: Elena Viyella, Ligia Bonetti, Yandra Portela, Marisol Vicens, Maité Fernández… Nos damos soporte. Nos reunimos cada cierto tiempo, nos cuidamos y nos ganamos un respeto más colectivo. Somos mujeres que no nos amilanamos ante opiniones. Ninguna se queda callada cuando tiene que intervenir. Las mujeres debemos apoyarnos mutuamente. Algunos, cuando nos ven juntas, nos dicen: “Ahí está el poder femenino”.
Acerca de Circe Almánzar
Circe Almánzar Melgen se graduó con los más altos honores académicos como Doctora en Derecho en la Universidad Iberoamericana (Unibe). A los 23 años asume el cargo de directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), institución a la que dedicó 12 años de su carrera profesional, obteniendo en 2000 el reconocimiento de su trabajo a través de su ascenso a la posición de vicepresidenta ejecutiva.
Realizó estudios de Maestría en Derecho Empresarial y Legislación Económica en la PUCMM; Post Grado en Relaciones Internacionales en la Universidad Católica de Santo Domingo y Post Grado en Alta Dirección en la Escuela de Negocios BARNA. Además, cursos básico y avanzado de negociación y percepción en la Universidad de Harvard, Dirección de Organizaciones Empresariales en el ILGO, Incae y en el CEOE de España, así como de formación política en la Universidad de Barcelona.
A finales de 2004 fue contratada para el cargo de Vicepresidente Ejecutiva de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), posición que ocupa actualmente y que le ha permitido continuar con su labor de promoción de la institucionalidad y el fortalecimiento de las organizaciones del sector empresarial. Desde esta posición asumió el reto de fortalecer el sector industrial tomando como bandera la elaboración de las políticas de desarrollo industrial quinquenales presentadas entre 2007 y 2012.
Promovió la aprobación de la Ley de Competitividad e Innovación Industrial que creó ProIndustria, aprobada en diciembre de 2007 y reformada en 2014. Además, coordinó las dos ediciones del Congreso de la Industria Dominicana y de sus foros de seguimiento anuales. Actualmente, es integrante activa de más de 13 consejos de dirección institucionales en representación del sector privado.
Ha publicado numerosos artículos de opinión y ha sido conferencista en diferentes foros nacionales e internacionales. Fue miembro del comité redactor del Código de Ética Empresarial y del Código de Ética Industrial. Es coautora del libro de texto “El Régimen de la Comunidad Legal de Bienes Jurisprudencia Legal Comentada” y es editora de la Revista “Hecho en RD”.