La Dirección General de Crédito Público informó que al 31 de enero el saldo de la deuda del sector público no financiero (SPNF) totalizó US$29,015.3 millones, representando el 37.6% del producto interno bruto (PIB) estimado en US$77,088.06 millones).
La entidad explicó que el saldo de deuda del SPNF está compuesto en un 64.57% por deuda externa, la cual presentó un saldo insoluto de US$18,734.0 millones; mientras que el 35.43% restante corresponde a deuda interna, que totalizó RD$498,403.28 millones, equivalentes a US$10,281.3 millones, a la tasa de cambio de RD$/US$=48.4765. Esos montos representan el 24.3% y el 13.3% del PIB estimado, respectivamente.
Unos US$2,862.5 millones (3.7% del PIB) del total de la deuda interna fue contraída por una institución del gobierno con otra, como son los bonos emitidos por el Gobierno central para la capitalización y recapitalización del Banco Central.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el principal desafío de cara al futuro es acelerar las reformas a fin de crear resiliencia contra estos riesgos, elevar el crecimiento potencial y reducir aún más la pobreza y la desigualdad.
Considera que son bienvenidos los esfuerzos realizados por el gobierno para fortalecer la posición fiscal, pero se requieren medidas de consolidación más significativas para abordar las debilidades fiscales estructurales.
Según el FMI, las medidas recientes para fortalecer la administración tributaria y aduanera están ayudando a aumentar los ingresos fiscales, sin embargo, estas resultarían insuficientes para revertir la dinámica alcista de la deuda frente al endurecimiento en las condiciones financieras mundiales, precios de petróleo en aumento y una mayor carga del servicio de la deuda.
OCDE mejora la clasificación de riesgo de RD
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mejoró la clasificación de riesgo para República Dominicana, pasando de 5 a 4 en una escala que va del 0 al 7 y donde el 0 es la mejor calificación, reduciéndose así las primas y tasas a pagar por las nuevas contrataciones de préstamos con agencias de crédito a la exportación (ECA’s).
En 1997, los participantes en el acuerdo sobre créditos a la exportación, países miembros de la OCDE, establecieron una metodología para evaluar el riesgo crediticio de los países y clasificarlos, para así establecer las tasas mínimas y las primas a pagar por los créditos de exportación oficiales.
Las clasificaciones de riesgo país deben reflejar el riesgo de transferencia y convertibilidad (es decir, el riesgo de que un gobierno imponga controles de capital o cambios que impidan a una entidad convertir moneda local en divisas y / o transfiera fondos a acreedores ubicados fuera del país) y casos de fuerza mayor (por ejemplo, guerra, expropiación, revolución, disturbios civiles, inundaciones o terremotos).
De acuerdo al proceso de evaluación establecido, los países (y un número limitado de instituciones financieras multilaterales / regionales supranacionales) se clasifican en una de las ocho categorías (0-7) mediante la aplicación de una metodología en dos etapas:
• Un modelo cuantitativo construido específicamente para este propósito: El Modelo de Evaluación de Riesgo País (CRAM) produce una evaluación cuantitativa del riesgo de crédito país basada en tres grupos de indicadores de riesgo (la experiencia de pago informada por los participantes, la situación financiera y la situación económica basada principalmente en los indicadores del FMI).
• Una evaluación cualitativa de los resultados del CRAM por parte de expertos en riesgo país de los miembros de la OCDE a fin de integrar los factores que el modelo no tuvo plenamente en cuenta. Esto podría llevar a un ajuste (hacia arriba o hacia abajo) de un país en comparación con los resultados de CRAM. Cualquier ajuste debe atraer un consenso entre los expertos.
El grupo de expertos en riesgo país se reúne varias veces al año. Estas reuniones están organizadas para garantizar que cada país sea revisado siempre que se observe un cambio fundamental y al menos una vez al año.
Esta mejora en la clasificación de la OCDE reconoce la buena trayectoria de República Dominicana en los últimos años, el crecimiento económico, el fortalecimiento del sistema financiero, historial de pagos a tiempo, la consolidación fiscal y buena gestión de la deuda, la mejora significativa en las cuentas externas y por tanto reducción de las vulnerabilidades externas, entre otros.