La Delegación de la Unión Europea en República Dominicana, en colaboración con el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), convocó a un concurso dirigido a los profesionales del periodismo. ¡Excelente!
El objetivo, según las bases, es estimular el interés de los profesionales de la comunicación en la producción y difusión de trabajos de investigación periodística sobre temas de interés relativos a ese bloque de países e incrementar la divulgación de sus actividades en República Dominicana. Aquí cabe otro ¡Excelente!
Se premiarán los cuatro mejores trabajos presentados a través de crónicas, ensayos, reportajes, artículos, entrevistas, noticias u otros y publicados no antes de enero del 2017. No pueden exceder las mil palabras.
Las propuestas deberán estar redactadas en español, condiciones deberán estar garantizadas por el autor. Se valorará la pluralidad de puntos de vista y variedad de fuentes consultadas, planteamiento y tratamiento innovador del tema, profundidad, objetividad y cuidado de la información. Además, se tomará en cuenta que aporte a una mejor comprensión del público sobre la Unión Europea.
Analicemos cuatro aspectos, unos que son “obviedades” y otros que no lo son. Lo primero es que indica que los participantes deben estar activos en el ejercicio. Esto, obviamente, es obvio de toda obviedad. Hay que tener un pasaporte con un año mínimo de vigencia (jejeje), lo que también es obvio. Nadie en su sano juicio sale del país con el documento de viaje a menos de seis meses de vencerse.
Sin embargo, hay dos cosas que llaman la atención: exige ser miembro del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), lo cual es un absurdo si tomamos en cuenta que la mayoría de quienes ejercen esta profesión no están inscritos en el gremio por la dejadez de quienes habían estado en la dirección. Sé que el nuevo presidente y su equipo tienen las mejores intenciones, pero deben estar vigilantes para no caer en los mismos errores. Deben iniciar una campaña de afiliación masiva al CDP.
Lo otro es que el periodista tenga dominio del idioma inglés. Supongo que esto habrá que flexibilizarlo, pues quizá hubiera sido más lógico pedir conocimientos básicos para comunicarse.
Otro aspecto que merece atención es lo siguiente: los solicitantes están invitados a enviar una muestra de su trabajo, en español, (recientemente publicado o no publicado), centrándose en un tema de relevancia. Me llama la atención de “no publicado”. Es extraño, pues un trabajo periodístico no debe ser previamente enviado a quien dirige el concurso, pues simplemente podría prestarse a malas interpretaciones en los resultados del concurso.
Pero la mejor parte es una “carta de motivación” que exigen los organizadores del premio. Los solicitantes deben escribir una carta de motivación que describa claramente los temas específicos sobre los que planean escribir durante / a su regreso de Europa y dónde aparecerá su trabajo (medios de comunicación, redes sociales, blogs.) ¿Es un premio o es un viaje de relaciones públicas? No se puede ser tan obvio. Si usted premia a profesionales del periodismo, que se merecen todo el respeto y valoración, no les pida que mediante una carta de motivación (yo diría “carta-compromiso”) dejen constancia de qué tema escribirán durante o una vez hayan regresado. Además, les pide que digan en qué medio (del tipo que sea) saldrán publicados estos trabajos. ¡Por Dios!
Pero hay más. La carta también debe incluir los motivos de la solicitud y los beneficios profesionales que el ganador considere se van a derivar de la participación en el viaje de estudio. ¡Es lo último!
En conclusión, un concurso es un espacio de competencia en el que los participantes presentan sus mejores propuestas para obtener un premio, sin más condiciones que las establecidas con referencia a la calidad, idoneidad, profundidad y relevancia del tema.