La inversión extranjera sana siempre habrá de ser bienvenida en cualquier economía. República Dominicana tiene un terreno fértil para atraer capitales foráneos, pero ¿qué sucede con las inversiones que llegan desde Venezuela? ¿Por qué no cuajan bien?
En el país hemos tenido por lo menos tres experiencias amargas de empresas de capital venezolano que no logran el éxito en el país. Sin embargo, a otros sí les va bien. ¿Qué sucede con los venezolanos?
Uno de los casos más sonados fue el del Banco Peravia, el cual aún está en litis y el Estado haciéndose cargo. El otro fue el de Seguros Constitución, cuyos propietarios “echaron gas” no se ven. La entidad reguladora también tuvo que hacerle frente para evitar un mal peor.
El más reciente es el que tiene que ver con Pawa, cuya situación financiera o de gestión ha provocado que las autoridades suspendan sus operaciones. ¿Habrá que hacer una mejor diligencia de estos capitales?