Las asociaciones de ahorros y préstamos (AAyP) en República Dominicana surgieron hace 58 años, luego de la aprobación de la Ley 5897, de 1962, que las autoriza como entidades sin fines de lucro para promover y fomentar la creación de ahorros destinados a préstamos para el sector inmobiliario.
Una vez entrada en vigor la Ley Monetaria y Financiera 183-02, estas entidades pasaron a ser supervisadas por la Superintendencia de Bancos (SIB). Aunque ampliaron sus operaciones, las mutualistas tienen un ámbito de acción más reducido que el de los bancos múltiples del sistema financiero.
Antes de ser supervisadas por la SIB, estuvieron fiscalizadas por el Banco Nacional de la Vivienda (BNV), creado mediante la Ley 5894 y transformado en 2004 (Ley 6-04) en el Banco Nacional de Fomento a la Vivienda y la Producción, entidad que experimentó una tercera transformación para convertirse, desde julio del 2015 (Ley 126-15), en el Banco Nacional de las Exportaciones (Bandex).
En la actualidad, la Superintendencia de Bancos registra que de diez asociaciones de ahorros y préstamos, tres poseen activos por RD$142,554.33 millones, es decir, el 83% de los activos totales de esas entidades: Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP), Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos (ACAP) y Asociación La Nacional de Ahorros y Préstamos (ALNAP). Hoy son parte de un sector en constante crecimiento.
Asociación Popular
La Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP) es una institución financiera privada. Fue la primera entidad de carácter mutualista creada bajo el amparo de la Ley 5897. El objetivo principal de la entidad, desde su fundación el 25 de junio de 1962, es promover el ahorro para el financiamiento de la compra, construcción y mejoramiento de la vivienda familiar. Su presidente es Lawrence Hazoury Toca, y su vicepresidente ejecutivo es Gustavo Ariza Pujals.
Más allá de su tradicional liderazgo en el financiamiento de viviendas económicas, la APAP ha extendido su apoyo a otros sectores productivos del país, consolidando su participación en el sistema financiero dominicano.
Su crecimiento ha sido constante, al punto que a septiembre de 2017, medida por su nivel de activos, es la cuarta entidad más grande del sector financiero nacional y la número uno entre las asociaciones de ahorros y préstamos. Según la Superintendencia de Bancos (SIB), al 30 de septiembre 2017 la entidad tenía activos por RD$73,425.09 millones. En la actualidad cuenta con 53 sucursales, 61 cajeros automáticos y un capital humano de 1,273 empleados.
Asociación Cibao
Por sus activos es la segunda mutualista más grande del país. Su historia data del 1962 en Santiago de los Caballeros, auspiciada por la Asociación Para el Desarrollo (Apedi). Como una respuesta a los requerimientos en materia habitacional, desde sus inicios ofreció financiamiento para el desarrollo de proyectos habitacionales.
Según la SIB, a septiembre de 2017 sus activos superaban los RD$39,405.55 millones, con 760 empleados.
En la actualidad, la entidad cuenta con 48 oficinas a nivel nacional y 50 cajeros automáticos: una oficina principal y veinticuatro sucursales en Santiago; una oficina regional y 14 sucursales en Santo Domingo; una oficina en San Francisco de Macorís, Moca, Tenares, La Vega, Bonao, Baní y en La Romana.
En sus reseñas el historiador Danilo de los Santos afirma que “la historia urbanística de Santiago se puede dividir en dos períodos: antes y después de la Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos”.
Esta entidad opera bajo el liderazgo de su vicepresidente ejecutivo Rafael Antonio Genao Arias y el presidente de la junta de directores José Santiago Reinoso Lora.
Asociación La Nacional
La entidad fue fundada en julio de 1972 con la filosofía de “Centro Financiero Familiar” para contrarrestar, a través de créditos, el déficit habitacional del país.
La Asociación La Nacional de Ahorros y Préstamos (ALNAP), además de su cartera de préstamos para el sector inmobiliario, amplió su gama de productos para lograr mayor rentabilidad, crecimiento y solidez. Aunque se ha diversificado, conserva la tradición de asignar la mayor parte de sus recursos al financiamiento para la vivienda.
Al 30 de septiembre de 2017 tenía activos por RD$29,723.68 millones, posicionándose como la tercera mutualista más sólida del sistema financiero. Además, es la segunda con mayor cantidad de empleados, 980 en total. En la actualidad tiene 54 oficinas comerciales y 57 cajeros.
La ALNAP tiene como vicepresidente ejecutivo a Francisco Melo Chalas y es liderada por su fundador y presidente de la Junta de Directores, Freddy Reyes Pérez, junto con Juan Pérez Díaz, Omar Victoria Contreras, Carlos Reyes Martínez, Gustavo Zuluaga Alam, Julio Curiel de Moya, Osvaldo González González y Mario Gamundi Peña.
En busca de la conversión a entidades accionarias
Dado el crecimiento del sector financiero, las asociaciones de ahorros y préstamos cada vez más quieren parecerse a los bancos múltiples, tanto por la ventaja monetaria que estos presentan, como por la diversidad de productos que su normativa no les permite ofertar.
En una reunión realizada en 2017, los representantes de la Liga Dominicana de Asociaciones de Ahorros y Préstamos (Lidaapi) insistieron al Gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, sobre su preocupación por la disminución en la participación del mercado que han tenido las AAyP en términos de operaciones financieras, debido a las limitaciones legales que tienen para ampliar sus servicios.
Según una publicación de este medio, en junio de 2017, la situación ocurre porque la ley que rige a las mutualistas limita el financiamiento para la construcción y remodelación de viviendas y captación de depósitos de ahorro.
Entre las limitaciones las AAyP no pueden recibir depósitos a la vista o cuentas corrientes ni realizar operaciones de corresponsalía con bancos internacionales a través de giros, transferencias, cartas de crédito y otras operaciones propias de la banca múltiple.
Además, los bancos tienen accionistas que les aportan capital, mientras las asociaciones deben usar sus utilidades para cumplir con sus deberes.
El principal planteamiento sugerido en esa reunión fue dotar a ese sector de mecanismos operativos para ampliar sus funciones o permitir la conversión voluntaria a una de las figuras contempladas en la Ley 183-02.
En esa ocasión, Valdez Albizu prometió someter nuevamente ante la Junta Monetaria el proyecto de Reglamento de Conversión, que tiene por objeto autorizar a aquellas entidades mutualistas que voluntariamente deseen convertirse en entidades accionarias.
Según las estadísticas, los activos totales de las asociaciones de ahorros y préstamos finalizaron el primer semestre de 2017 con RD$171,694.69 millones, equivalente al 10.7% de los activos de la banca múltiple.