En el último trimestre de 2017 tuve la oportunidad de compartir con un buen número de estudiantes cómo les ha cambiado la dinámica a las organizaciones, que hoy deben armonizar (pues no tienen opción), con usuarios, comunidades, clientes, reguladores, gobiernos, proveedores y empleados, más empoderados y educados.
Basé mi ponencia en mi propia experiencia a lo largo de estos 15 años de trayectoria profesional y en ejemplos de empresas que una una vez se creyeron infalibles y que un mal manejo terminó con su reputación y hoy están reducidas a cenizas.
El caso es dramático: basta tener un teléfono inteligente o smartphone para que la información “exclusiva” que atesoraba algún medio de comunicación o empresa se filtre y se vuelva viral en menos de 20 minutos, tiempo promedio que estiman los expertos en redes sociales que tarda una información para dar la vuelta al mundo.
Las noticias exclusivas son tan “exclusivas” que han desaparecido. Lo que demuestra que el mundo es una gran aldea interconectada por millones de cables que hace que las informaciones viajen en nanosegundos.
En esencia se vive en un estado permanente de crisis que las estadísticas confirman. Si damos una breve mirada por noticias recientes alrededor del mundo, la palabra crisis aparece esparcida como arena en el desierto en cada contenido.
Una búsqueda rápida por Google indica que la palabra crisis aparece 470,000,000 de veces con un promedio de mención de 74 veces por segundo. Ante esta realidad, las organizaciones, especialmente las corporaciones con impacto global, deben estar preparadas, ser innovadoras y proactivas en el modo de manejar el entorno, poniendo foco en tres áreas que considero los principales detonadores más frecuentes de crisis: lo ambiental, lo social y la corrupción (tres temas que por su profundidad e impacto pretendo abordar de forma exclusiva en una siguiente entrega).
Aquí les dejo un recuadro sobre cómo han cambiado los tiempos, que preparé, a modo de resumen, para compartir durante mi participación como expositora en el taller “Habilidades y destrezas en el profesional de la comunicación social” organizado por el Consejo Nacional de Estudiantes de Comunicación Social (Conecso), donde presenté la ponencia Crisis 3.0: