Según plantea Holzmann y otros investigadores del Banco Mundial, un sistema adecuado de pensiones mitiga la generosidad de las provisiones legales por cesantía al retiro, y viceversa. La disyuntiva nacional consiste en que el sistema de pensiones según la Ley 87-01, por condicionantes específicas, implicó una transformación estructural de un modelo de reparto con elevados niveles de exclusión, por un sistema de ahorro individual con cobertura efectiva restringida a los asalariados del sector urbano estructurado. Basado en un solo pilar financiado básicamente por los empleadores, y con tasas iniciales de financiamiento del 5% de los salarios que aumentaron gradualmente en cinco años al 8% de los salarios imponibles, estas normas no generan tasas de reemplazo que garanticen una pensión digna.
Bajo este escenario, la cesantía laboral al retiro por edad avanzada se convierte de hecho en un segundo pilar de protección social al retiro. El problema latente de costos sociales a cargo de empresas que impactan negativamente los costos de producción, debe enfocarse básicamente en los costos por cesantía en la etapa pre-retiro, beneficios que se destinan básicamente al consumo inmediato y representan la mayor proporción de erogaciones por parte de las empresas en un entorno laboral con niveles elevados de rotación laboral, principalmente en las microempresas y sectores caracterizados por trabajo estacional.
La alternativa de un seguro de desempleo no la percibo viable a corto plazo. No existen experiencias técnicas en el país para una gestión eficiente de estos programas, requiere una sofisticada estructura de evaluación y plataforma de re-colocación de empleos permanente a nivel del Ministerio de Trabajo, y podría implicar costos tan elevados como una cesantía y pensiones debidamente rediseñadas.
En todo caso, los asegurados deberán ponderar que prestaciones sociales generosas por cesantía y pensiones requieran un mejor balance bipartito del financiamiento, particularmente en lo relativo al área de pensiones. Si el costo de la cesantía continuará siendo financiado en su totalidad por los empleadores, aumentos en las tasas de financiamiento de las pensiones deben necesariamente incluir un mayor aporte por parte de los asegurados.
En conclusión, la reforma del Sistema de Pensiones y la cesantía están íntimamente relacionados. Un segundo pilar de pensiones de reparto con aportes bipartitos y gestión público/privada podría generar un entorno de protección social más eficiente, pero requiere un mejor balance del financiamiento entre asegurados y empleadores. Lamentablemente, en vez de un análisis sopesado, tanto en el sector público como privado, se están haciendo propuestas que podrían resultar en un retroceso en vez de un avance.