El Gobierno reinició, con un “préstamo puente” de US$30 millones del Banco de Reservas, la construcción de la presa Monte Grande, con un financiamiento de US$249.8 millones más una contrapartida del Estado, como parte de un proyecto hídrico en la región Sur que conlleva una inversión de más de US$400 millones.
La obra, bajo la dirección y supervisión del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indhi), reinició sus trabajos, anunció el director de la dependencia estatal, Olgo Fernández, durante un recorrido con la prensa en el que aseguró que la obra estará lista en 30 meses.
Durante un recorrido en la zona donde se realizan los trabajos con líderes de opinión, periodistas nacionales y locales, los contratistas de la obra, Consorcio Monte Grande (la brasileña Andrade Gutierrez y Servinca), explicaron los avances del proyecto que durante su desarrollo beneficiará a más de ocho mil usuarios directos.
Ya se inició la incorporación de más de 18,936 hectáreas nuevas con potencial y vocación agrícola para alcanzar cerca de 45 mil proyectadas para irrigación por goteo, canales y tuberías y se aumentará a más de 700 tareas el riego optimizado de áreas bajo cultivo. lo que incrementara la producción agrícola de granos, víveres, vegetales y otros rubros fundamentales para el consumo nacional.
Durante el recorrido, tanto el Indrhi como el Consorcio Montegrande, explicaron que con la rehabilitación y complementación realizada en 2016 en la Presa Sabana Yegua, se regulará la cuenca optimizando significativamente la producción, la reducción de las inundaciones, y el déficit del agua, que actualmente representa pérdida de más de un 52 por ciento del preciado líquido.
Además de sus obras conexas, Montegrande incluirá la rehabilitación del dique Santana, la continuación de sistemas de riego en las márgenes izquierda y derecha del Río Yaque del Sur, entre otras obras para el control de inundaciones.
La obra ha sido un reclamo de autoridades legislativas, provinciales, municipales, organizaciones de la sociedad civil, entidades religiosas, empresarios, productores agrícolas, agrupaciones campesinas y juntas de vecino que han cifrado las esperanzas del desarrollo de la región en la disposición y empeño que ha puesto el presidente, para sacar la zona del estado de marginación e indiferencia en la que ha estado sumida durante décadas.
La presa de Monte Grande generará más de quince mil empleos para familias de las cuatro provincias principales que serán impactadas por la obra, entre ellas Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales, aunque se estima que la misma beneficiará a toda la región sur del país.
La infraestructura hidráulica contempla un sistema de represas que dejará resuelto de manera definitiva el alto riesgo que corren miles de familias de la región por las inundaciones que provocan las avenidas del río Yaque del Sur, las cuales ponen en peligro la vida de habitantes de la región.
Una de las soluciones más esperadas por los sureños es el abastecimiento de agua potable, porque la presa proporcionará el preciado líquido necesario para poner en funcionamiento los acueductos de las provincias más cercanas.