Hablar de competitividad se ha puesto de moda. El Gobierno declaró este 2018 como el Año de Fomento de las Exportaciones, una apuesta que busca, sin lugar a duda, fortalecer los sectores con capacidad de generación de divisas.
República Dominicana está más que obligada a poner en vigor transformaciones profundas en su aparato productivo, pero también en el entorno jurídico y burocrático. Las autoridades, entendiendo este contexto, han decidido agilizar algunos de los procedimientos más tediosos y que mayor dificultad ponen a la empresa. Se trata de las patentes o registros sanitarios y la formalización de empresas.
Pudiera afirmarse que la existencia del Banco Nacional de Fomento de las Exportaciones (Bandex) es una de las apuestas más importantes por apoyar a este sector. Sin embargo, a la fecha es una entidad que no se ha dejado sentir en ninguno de los entes productivos de mayor impacto en la economía, principalmente en la generación de divisas. En el Presupuesto de este año, paradójicamente, la partida asignada para su capitalización no llega a los RD$2,000 millones.
El panorama, sin embargo, está contextualizado por el optimismo de algunos de los sectores que sí han visto resultados o decisiones concretas respecto a las condiciones requeridas para competir. La Asociación de Industrias Farmacéuticas Dominicanas (Infadomi), por ejemplo, reconoce como positivos los avances en la revisión y mejora del procedimiento de renovación de registro sanitario. Valoró la nueva propuesta de reglamento presentada en la tercera sesión ordinaria del Consejo Nacional de Competitividad.
Destaca que el objetivo de este reglamento es facilitar la comercialización en el país de medicamentos, alimentos, productos sanitarios y cosméticos, tanto nacionales como importados. Esto, a su vez, permitirá activar los sectores productivos y los mercados nacionales, así como promover las exportaciones, potenciando el nivel de competitividad del país.
Es de orden destacar que los retrasos en los procesos de renovación de registros sanitarios han sido por años conocidos como uno de los principales obstáculos para el desarrollo del sector farmacéutico, con un tiempo estimado de renovación de hasta 237 días.
La vicepresidenta ejecutiva de Infadomi, Patricia Mena, afirma que si bien se han logrado avances significativos, todavía persisten retrasos que afectan la capacidad competitiva de muchas de las empresas. Empero, señala que esta propuesta de reglamento implica un salto muy positivo para la industria.
Lo importante en esta nueva realidad es que el país pase de los discursos y promesas a los hechos. El pragmatismo nunca había sido tan importante como ahora. Las fronteras comerciales son cada vez más imperceptibles, lo que indefectiblemente afecta a los más débiles en materia de competitividad.
Luego de describir este panorama, hasta cierto punto cargado de optimismo, es menester tomar en cuenta que declarar un año de fomento a las exportaciones y adoptar la decisión de hacer más ágiles algunos de los procesos burocráticos, no es suficiente. Si estas medidas no se llevan a la práctica, por más presencia mediática que haya, simplemente no sirven de nada.
El compromiso, por supuesto, es de todos. Cada quien y cada cual tiene que aportar su grano de arena.