Como siempre, en los primeros días del año, la palabra expectativa está presente en los discursos y declaraciones de todos los que hacen opinión pública. Bueno, quizá también está entre aquellos sin acceso a los medios y por eso nadie se entera de que ellos también tienen sus expectativas.
Los buenos deseos, abrazos y bendiciones llueven “por pipá” y no faltan aquellos que hasta hacen un allante de planificación financiera. En el caso del Gobierno, que lo hace por obligación legal (mandato), el mejor instrumento de planificación es el Presupuesto. En este documento, aprobado anualmente en el Congreso, se deja constancia de hacia dónde se dirige el país en materia de desarrollo económico y social.
Para este 2018, porque no se puede perder la costumbre, las energías positivas habrán de estar presentes en cada uno de los dominicanos. Cruzarse de brazos y ver al vecino del frente triunfar, si fuera el caso, no es ni debe ser la actitud de todos los que aspiran a un mejor país.