Es importante destacar que las monedas en países en vía de desarrollo, como es el caso de República Dominicana, casi siempre se depreciarán frente a monedas duras, tales como el dólar estadounidense o el euro. Dicho esto, la depreciación del peso dominicano (DOP) frente al dólar americano finalizó el 2017 en un 3.40%. Cabe resaltar que la depreciación del peso frente al billete verde ha sido entre un 3% y 5% en los últimos 10 años.
Hubo varios factores que generaron presión en la tasa de cambio en 2017. Las políticas monetarias expansivas implementadas por Banco Central (BC) en el segundo semestre del 2017, generaron presión en la tasa de cambio. Esto último se llevó a cabo debido a la ralentización de la economía dominicana en el primer semestre del 2017 (4%) comparado a años anteriores.
Las políticas monetarias expansivas implementadas por el BC a partir de agosto 2017, tales como la bajada de la TPM a 5.25% (disminución de 50 puntos básicos) y la liberación de unos RD$20,400 millones del encaje legal, aumentaron el circulante, resultando en la depreciación del peso (en este caso tendría el mismo efecto si cualquier banco central a nivel mundial inyecta dinero a sus respectivas economías para reactivarlas).
Típicamente, los negocios suelen importar más productos y/o servicios a fin de año y, por ende, existe mayor demanda para comprar dólares estadounidenses (estacional). Cuando se genera mayor demanda para una divisa en concreto, en este caso el USD se aprecia, y se necesita una mayor cantidad de pesos para comprar dólares.
En fin, si comparamos la depreciación del DOP en 2017 con los últimos 10 años, podemos constatar que se ha mantenido la relativa estabilidad cambiaria.