Para 2018 se espera que la economía dominicana crezca un 5.1%, según un balance preliminar de la Cepal que coloca al país como segundo líder de la región en ese renglón, por detrás de Panamá (5.5%) y por encima de Nicaragua (5%).
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pondera que “después de dos años de contracción del PIB regional, el crecimiento económico fue positivo en 2017 (1.3%), como resultado de la mejora de la demanda interna y del crecimiento de las exportaciones”. Pero las universidades dominicanas ven el panorama con recelo.
La estatal Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) advierte que la actividad económica “sigue su proceso de ralentización cuya tendencia se ha expresado a partir del último trimestre de 2014”.
“Después tener tasas de crecimiento muy por encima del crecimiento potencial de la economía (5.1%), la dinámica económica está en un proceso de convergencia hacia la baja”, indica la UASD. Al final de 2017 se espera un crecimiento cerca del 5% e incluso las correcciones del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) que sitúan el porcentaje 4.75.
Tomando en cuenta el entorno nacional e internacional en junio pasado, el MEPyD proyectaba, en consenso con el Banco Central y el Ministerio de Hacienda, que la economía dominicana registraría una expansión de 5.25% para este año y en torno a un 5.0% en 2018 y los años siguientes.
“Este crecimiento se ubica levemente por debajo de lo registrado en los últimos años ya que se espera que la economía gradualmente converja a su crecimiento potencial”, planteaba entonces el Ministerio de Hacienda.
En su revisión de septiembre el MEPyD proyectaba un crecimiento del PIB real de 5% hasta 2021 y de 8.86% del PIB nominal para 2018, con una meta de inflación (+1) de 4.00 y una tasa de cambio promedio de 50.17 pesos por un dólar estadounidense.
A principio de este 2017 un dólar estadounidense se vendía a RD$46.72, según el Banco Central y el día 15 de este mes de diciembre estaba a RD$48.20.
Martín Francos Rodríguez, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM); Juan Juan Rafael Espinal, del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec); Oliva Luna, de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) y Antonio Ciriaco Cruz, de la UASD, son menos optimistas que el Banco Central en sus análisis del comportamiento económico.
Francos Rodríguez, director de la Escuela de Economía de la PUCMM, lamenta que el crecimiento fuera inferior a las cifras de los años más recientes y al promedio histórico. “Lo más probable es que la economía cierre el año 2017 con un crecimiento inferior al 4.5%”, dice.
“Es difícil -añade- señalar un solo factor como determinante de este menor crecimiento, pero entre esos factores están la incertidumbre generada por los casos de corrupción sobre el Gobierno dominicano, por el caso Odebrecht y la adaptación por parte de las empresas y clientes al cumplimiento de la nueva ley de lavado (Gafilac)”.
Para 2018, entiende Francos Rodríguez, el país debe mejorar su competitividad y generar confianza para aumentar la inversión, con acciones que deben ser impulsadas por el sector privado junto al Estado.
“La competitividad debe ser sistémica, y no solo ver lo que afecta a las grandes empresas, sino también a las pequeñas y medianas; no debe ser tampoco a base de exenciones fiscales. Esperemos que el recién juramentado consejo de competitividad vaya en ese sentido”, dice.
Oliva Luna, de la UCSD, entiende que aunque la economía crece alrededor de 5%, el país mantiene grandes retos sociales “cada vez más crecientes”. “Nuestra población necesita de un mayor nivel de seguridad ciudadana y justicia social, de medidas concretas para continuar mejorando la vivienda familiar, el transporte público, la salud e incrementar el nivel de conocimientos, habilidades y destrezas de la población”, dice.
Entiende que el gran reto para 2018 será que República Dominicana pueda generar fuentes de empleos que produzcan “mejores ingresos y promuevan mayores estándares de calidad de vida de los dominicanos”.
Riesgo de la deuda pública
Iniciará un próximo año y todavía el Gobierno tiene el reto de “ combatir la evasión e elusión fiscal a través de una reforma fiscal integral que haga al sistema tributario dominicano más equitativo y eficaz”, afirma Antonio Ciriaco Cruz, de la UASD.
Ciriaco Cruz entiende además que el Gobierno de be “revisar y reorientar las exenciones o gastos tributarios, y enfocarlas a sectores, particularmente, orientados al exterior, con capacidad de producir bienes de altos contenidos tecnológicos y con capacidad de encadenamientos productivos”.
Mientras, Juan Rafael Espinal, del Intec, estima que para cumplir sus metas de ingresos presupuestarios el Gobierno tratará, en caso de no embarcarse en una reforma fiscal, de eficientizar la administración impositiva, “mediante fuertes medidas de control, auditoría y restricción a las exenciones, a la elusión y la evasión fiscal”.
“El crecimiento del PIB probablemente se mantenga por debajo del 5%, agravando las dificultades fiscales y presionando la tasa de cambio”, dice Espinal. También deplora el peso del servicio de la deuda que cada vez más representa un mayor porcentaje del gasto.
“Esta política de endeudamiento a mediano plazo estará llevando a la economía a una situación de riesgo, que hará cada vez más costosa la colocación de bonos en los mercados financieros, con lo cual la refinanciación de vencimientos presionará la necesidad de elevar la presión tributaria en busca de mayores recaudaciones, agravando a mediano plazo el problema fiscal”, entiende.
Para 2018 el Gobierno busca emitir bonos por unos RD$68,000 millones a nivel local y US$1,500 millones en el mercado internacional para contribuir a financiar un faltante equivalente al 2.2% del PIB, recuerda la Escuela de Economía del Intec. “Sin dudas, la política de incremento continuo del endeudamiento, con cerca de 3 mil millones de dólares contemplada en el Presupuesto crea profundas preocupaciones”, dice.
“Habíamos advertido que de continuar esta carrera de préstamos y emisión de deuda en el mediano plazo entraremos en un callejón sin salida y oscuro”, dice. La universidad insiste en ver como “preocupante” el cada vez mayor peso que el servicio de la deuda representa como porcentaje del gasto gubernamental. “En el Presupuesto aprobado recientemente por el Congreso Nacional el servicio de la deuda constituye el 42.5% del gasto público, cuando en 2007 apenas representaba el 24.3 del gasto”.
Debido a la caída de la economía en el segundo trimestre, el Banco Central aplicó bajas en la tasa de interés de política monetaria y redujo el encaje legal para estimular el consumo y la inversión en el segundo semestre, recuerda Espinal. Pero lamenta que, pese a esas medidas, se espera el crecimiento más bajo desde 2012. “Esta situación explica el fuerte endeudamiento público, con un incremento mayor de 2,600 millones respecto a 2016 y un déficit que cerrará alrededor del 2.4% del PIB, superior a la meta proyectada, a pesar de las restricciones a la inversión que ha hecho el Gobierno”.
El docente del Intec indica que “la deuda del sector público no financiero en octubre llegó a 39.5% y la deuda total estará cerrando en 52% del PIB”.
El Presupuesto 2018 promulgado por el Poder Ejecutivo envuelve un total de RD$816,565.3 millones, con ingresos estimados por RD$602,887.05 millones, con gastos corrientes y de capital por un monto de RD$689,886.2 millones y un déficit financiero de RD$86,999.2 millones, según las informaciones oficiales.
Ciriaco Cruz comparte las preocupaciones de Espinal en cuanto al endeudamiento. Entiende que “la deuda pública total en el país al finalizar el 2017 e inicio del 2018 es de 53.08%”. “Es un stock de deuda que ha venido creciendo a una tasa por encima del 11% durante el periodo 2004-2017, mientras que la economía creció a una tasa del 6.1% en ese mismo período”.
“El crecimiento de la deuda pública ha sido casi el doble que el de la economía lo cual es insostenible”, añade. “Si analizamos la deuda por el lado de sus flujos, es decir por la proporción de los pagos de intereses y comisiones de la deuda, ya esto representa el 24% con respecto a los ingresos tributarios contenido en el Presupuesto de 2018”, sostiene.
Petróleo y tasas
Crecimiento en EE.UU. El economista Martín Francos Rodríguez entiende que el entorno internacional puede favorecer la economía de República Dominicana, si se considera el mayor crecimiento esperado para Estados Unidos, principal socio comercial, después de la aprobación de la reforma fiscal.
“No obstante, este entorno no va a ser tan favorable como lo fue la abrupta reducción de los precios del petróleo en los años anteriores, incluso estos podrían subir, contrarrestando los efectos positivos de la economía en Estados Unidos”, advierte.
Mientras, Juan Rafael Espinal recuerda que la economía de Estados Unidos se proyecta con una notable recuperación y un crecimiento de 2.7%, estimulado por las bajas de las tasas impositivas. Además, que el desempleo en Estados Unidos ha bajado al 4%, casi el mínimo posible, favoreciendo la estabilidad de las remesas dominicanas, del turismo y de las exportaciones de zona franca.
“Este panorama internacional próspero hará menos difícil la debilidad del modelo de crecimiento del país, pero deberá hacer reflexionar sobre la necesidad de un mayor estímulo a las exportaciones”.
De su lado, Antonio Ciriaco Cruz recuerda que República Dominicana tiene una economía pequeña y relativamente abierta, muy propensa a los choques externos o internacionales. Añade que las variaciones del petróleo y en las tasas de interés internacional, dependiendo de su dirección o magnitud, marcan el comportamiento del mercado de bienes y servicios y del mercado monetario en el país. Recuerda que para 2018 se espera que la tasa de interés internacional sea más elevada, lo cual afectará las nuevas emisiones de deuda pública.
“Esto hará que el tipo de cambio sea mucho más volátil por el hecho de que los rendimientos a nivel internacional podrían ser más atractivos que en el país, generando incentivos para salidas de capitales”.
Punta Catalina
El Gobierno tiene planificado encender la termoeléctrica Punta Catalina para finales de 2018, conforme al cronograma de trabajo. El proyecto aportará dos unidades con capacidad de 376 MW cada una y garantizará el 35% de la energía que el país requiere en la actualidad, según las autoridades que discuten con la firma Odebrecht sobre un reclamo de US$708 millones extras a los US$1,945 millones contemplados en el contrato original.
Aunque el Gobierno avanzó en las discusiones del Pacto Eléctrico, su firma también figura entre las materias pendientes del Gobierno para el próximo año 2018.