Las navidades han sido calurosas este año. Lo único que ha estado frío es el comercio, con excepción de las ventas casi obligadas que hace la mayoría de la población para estas fechas. Todo indica que el doble sueldo o salario de Navidad estaba comprometido. La famosa brisita de Navidad casi no se siente.
Los dominicanos, con y sin calor, como quiera se gozan su Navidad. Con o sin dinero hallan un espacio para celebrar. A las autoridades de apoyo, especialmente las que ofrecen seguridad, deben estar alertas. Reconocer su labor es una decisión de justicia.
Lo único que es preciso pedir es prudencia a los dominicanos en estos tiempos. Cuidado en cada una de las actividades que se lleven a cabo a propósito de estas fiestas de fin y principio de año. La economía necesita de hombres y mujeres en salud para producir y multiplicar las riquezas que tiene República Dominicana. Ah, un consejo: recuerden que hay alcoholímetros y las multas son altas.