El presidente Danilo Medina presentó la estrategia Dominicana Competitiva durante la primera sesión ordinaria del pleno y el capítulo consultivo del Consejo Nacional de Competitividad, integrado por 38 empresarios y nueve ministros.
Para algunos este número de personalidades en un solo consejo les resulta exagerado, pues entienden que no podrían ponerse de acuerdo respecto a lo que realmente necesita República Dominicana para ser competitiva. Sin embargo, debería ser todo lo contrario. En este país todos los ciudadanos deberían ser parte de la estrategia que busca convertir a este mercado en algo más atractivo para la inversión, tanto local como extranjera. No sólo los empresarios y el Gobierno deberían estar interesados en que el país sea competitivo.
Cada dominicano, independientemente de su rol en la sociedad, debería encargarse de una parte. Las empresas del sector eléctrico, por ejemplo, están obligadas a servir energía estable, a buen costo para los sectores productivos y sostenible en el tiempo. Los líderes del transporte, uno de los sectores más caóticos del país, también deberían poner su granito de arena, a fin de ofrecer calidad en una actividad tan vital para la economía. Si todos se pusieran de acuerdo en, por lo menos, respetar las señales de tránsito y la vida de los demás, así como a la autoridad, posiblemente sería un buen comienzo.
Pero así mismo están llamados a jugar un papel fundamental en esta estrategia los maestros, contribuyendo con una educación que cumpla con los requerimientos de los nuevos tiempos. Igualmente está el sector salud, pues los médicos son esenciales en lograr que un país presente mejores niveles de salubridad. Aquí también caben los negocios informales, aquellos que funcionan en los barrios o en las calles, pues de ellos depende más de la mitad de la economía dominicana.
Felicitamos la actitud de los empresarios dispuestos a compartir sus conocimientos en favor del país, que es también para su provecho y de sus trabajadores, quienes luego se convierten en dinamizadores de la economía. Nadie, absolutamente nadie, debe quedar exento de ser un ente responsable de mejorar la competitividad del país.
La estrategia se compone de nuevas acciones que se encaminan a dinamizar los sectores productivos, lo que repercutirá de manera positiva en el desempeño de la economía dominicana en los índices mundiales que valoran los niveles de competitividad, a través de los pilares de facilitación comercial y formalización, más exportaciones y productividad, innovación y más empleo.
Y qué bueno que hubo resultados en la primera sesión del pleno. El presidente Danilo Medina emitió el decreto 430-17 estableciendo que el pago de la tarjeta de turismo de 10 dólares que realizan los visitantes al ingresar al país se incluirá a partir del 1 de enero en los boletos para aquellos turistas que entren al país por vía aérea o marítima.
A través del decreto 431-17, el Presidente ordena la creación del Comité Nacional de Facilitación Comercial tal como establece el acuerdo de la Organización Mundial de Comercio, a fin de mejorar los tiempos de las exportaciones. Asimismo, autorizó que las aduanas pongan en marcha acciones con la finalidad de recibir los trabajos en inglés. Se decidió enviar al Congreso un proyecto de ley para agilizar los procesos para la creación de empresas, a fin de modificar el requisito de capital, llevándolo a cero pesos. Esto impactará de manera directa en el proceso de formalización de las empresas.
En esta primera sesión ordinaria, Medina también dictó el decreto 429-17 en el cual dispone el Reglamento para el funcionamiento del pleno del Consejo Nacional de Competitividad, el cual sesionará cada 30 días y tiene como secretario al director ejecutivo de Competitividad, Rafael Paz.
Si cada quien se sienta en la acera del frente a ver pasar los días, posiblemente no habrá competitividad. Apostemos.